1. El maravilloso trasero de Avelina


    Fecha: 24/12/2023, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... caminar hacia adentro, uno a lado del otro.
    
    Aquí quiero aclararles algo, esa cueva en algún momento en los años 80s la adaptaron como bar, fue una atracción del hotel en aquellos tiempos, pero posteriormente con el paso de los años, dejaron la cueva nuevamente como atracción natural, quizá por las nuevas leyes que surgieron protegiendo al hábitat natural, ya que cuando fue bar, ahuyentaron a todas las aves, y al cancelarlo, con el paso del tiempo, regresaron, para volver a anidar dentro de ella, lo cual, fue más atractivo para el hotel, pero por haberla adaptado como bar, habían construido una explanada de concreto en la entrada, y más adentro se iba reduciendo, a fin de ser una banqueta de concreto, que se metía en la cueva quizá algunos 50 metros, por esa razón podíamos caminar juntos cómodamente.
    
    Les decía, nos fuimos internando en la cueva lentamente, uno a lado del otro, observando cómo se iba perdiendo poco a poco la luz, lo cual, aproveche como excusa para tomarla de la mano, haciéndola sentir protegida, y de esa manera, nos fuimos adentrando cada vez mas en esa caverna, era el segundo contacto que tenía con ella, me provocó nerviosismo, pero no se lo manifesté, su mano era pequeña y delicada, y me encantaba sentir sus dedos entrelazados a los míos; cada que nos adentrábamos más, se iba perdiendo más la luz, y noté, que ella se acercaba más a mí, supongo que era por temor a los murciélagos, llegó un momento en que nos quedamos muy juntos, entonces me animé a ...
    ... tomarla por la cintura, y no hubo objeción, seguimos caminando lentamente de esa manera, noté que ella estaba algo nerviosa, pero al mismo tiempo contenta de estar en ese lugar.
    
    Ya nos habíamos internado varios metros en esa cueva, adentro, la temperatura era más fría que afuera, y solo alcanzábamos a ver, lo que la escasa iluminación nos permitía, hasta que nos detuvimos, y nos quedamos un momento así, lado a lado, muy juntos, acostumbrando nuestros ojos a esa oscuridad, la penumbra permitía distinguir con esfuerzo, algunos murciélagos hacinados a la bóveda de la caverna; y en un momento dado, tomé valor, y con mi mano en su cintura, me coloque detrás de ella y la abracé, pegándola totalmente a mí, no dijimos nada, nos quedamos callados, ella observaba la cueva, mientras que yo sentía pegadas a mi cuerpo ese par de redondas y enormes nalgas, inmediatamente tuve una erección, seguíamos en silencio, sin decir nada, era una sensación indescriptible, creo que jamás me había sentido tan excitado en la vida, estuvimos unos minutos así, ella viendo maravillada la caverna, y yo con mi lujuria al máximo, sintiendo sus carnosas nalgas pegadas a mi verga, cuando de repente, ella se dio vuelta hacia mí, y me besó, lo cual me sorprendió, pero inmediatamente le correspondí, ella paso sus brazos sobre mi cuello, y yo la tomé por la cintura, pegándola totalmente a mí, durante ese beso tan delicioso que nos dábamos, me arriesgué y empecé a bajar una de mis manos sobre su falda, comenzando a ...
«12...131415...55»