El maravilloso trasero de Avelina
Fecha: 24/12/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... en seguir teniendo esa relación con su novio, y no sabía, si seguía con él, por tener la necesidad de quedarse en otro lugar.
Yo empezaba a ganar seguridad, y pude notar que yo le resultaba atractivo, quizá porque veía que mi vida era muy diferente a la de ella.
Al terminar de almorzar le dije que paseáramos por el hotel, ya que tiene áreas muy bonitas y hay mucha vegetación, así que salimos del restaurante y tomamos uno de los pasillos del hotel, seguíamos conversando y yo empezaba a hacerla reír con bromas estúpidas, nos dirigimos a la zona de las albercas, habiendo muy poca gente, después nos fuimos hacia las canchas de tenis, donde no había ninguna persona, nos metimos por unos caminos de vegetación que existen ahí, y posteriormente le dije que fuéramos a la cueva, que quizá sea el mayor de los atractivos del hotel, es una cueva natural, grande, de roca, que se formó en la falda de esa sierra, para eso hay que subir unas escaleras de concreto.
Cuando llegamos a las escaleras, comenzamos a subir, pero apenas cabíamos los dos caminando juntos, así que aproveche eso para quedarme detrás y subiera ella por delante de mí.
Cuando ella comenzó a subir, me quedó su tremendo culo prácticamente a la altura de mi cara, lo tenía a escasos 60 cms de distancia, que espectáculo tenia frente a mí, que esplendoroso trasero tenia Avelina, sus piernas eran tremendamente apetitosas, ese trasero se imponía ante todo, podía ver el vaivén de sus nalgas en primera fila, de verdad, ...
... su trasero era glorioso, me desesperaba no poder meter las manos en esa falda y manosearlo, sentirlo, cachondearlo, no saben la gran tentación que tenía de poder hacer mías ese par de enormes y redondas nalgas; y por supuesto que ella se dio cuenta del espectáculo que me estaba ofreciendo, nunca volteo hacia atrás, pero ella lo sabía.
Cuando terminamos de subir las escaleras, llegamos a una explanada de concreto que está en la entrada de la cueva, no había ni una sola persona, ella estaba sorprendida, la boca de la cueva se imponía a la vista.
En esa cueva habitan tanto cotorros, loros y murciélagos, las aves anidan prácticamente en la entrada de la cueva, y donde empieza la oscuridad están los murciélagos, pero durante el día están saliendo y entrando los cotorros, es un bonito espectáculo, ella estaba maravillada, había logrado sorprenderla, estuvo viendo cómo esas aves anidaban en las paredes y en el techo de la cueva, veía cómo se agarraban con las patas a la roca, prácticamente unos loros estaban de cabeza, y observaba con asombro cómo entraban y salían, noté que se sentía relajada, tranquila, asombrada, vaya, la noté muy cómoda, había logrado ganarme el interés de ella y creo que también cierta confianza.
Estuvimos un rato en la entrada de la cueva, viendo el espectáculo de esas aves, y la invité entrar un poco más, en dónde estaban los murciélagos, eso le provocó nerviosismo, pero por supuesto que, por aventura, quería meterse más a esa cueva, y empezamos a ...