El maravilloso trasero de Avelina
Fecha: 24/12/2023,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... responsable, y estuve pensando que tenía que cogérmela a la brevedad, para que las cosas no se enfriaran, y llegue a la conclusión, de que solo había 2 sopas, invitarla a pasear el lunes o martes saliendo de trabajar, para después llevarla al motel, o adelantar mi ida a San Luis, y pedirle que me acompañara con el pretexto de comprar material, y así buscar la manera de quedarnos a dormir allá, yo podía ir cualquier día, tenía esa facilidad, vaya, era parte de mi trabajo, además iba con mucha regularidad, nadie me iba a cuestionar, y tenía que ser pronto, para que las cosas no se enfriaran, así que tomé la decisión que el siguiente miércoles nos iríamos para la capital del estado.
El domingo, no nos vimos, ella se ocupó en las labores domésticas y sus pendientes personales, también acompañó a su mamá a hacer la despensa, no quise invitarla a comer, me iba a ver muy obsesionado, además tenía que darle su espacio también, ese día solo estuvimos mensajeándonos tirándonos indirectas divertidas.
Así llegó el día lunes, ese día salí de casa, pero no me fui para la oficina, tenía pendientes en el municipio, específicamente en obras públicas, y me entretuve algunas horas ahí, estuve esperando al director, y cuando por fin llegó, entre a platicar con él, y estando en su oficina, recibí un mensaje de Avelina, saludándome y preguntándome donde andaba, ya eran las 11:00 am, supongo que se le hizo raro no verme en la obra, le respondí que veía algunos pendientes en el municipio, que ...
... no tardaba en llegar, así que terminando esa reunión, me dirigí hacia la oficina, ya era cerca de medio día, durante el camino, estuve pensando, que tenía que decirle a Avelina ese mismo día, que el miércoles nos íbamos de viaje de trabajo, así tendría dos días para organizarse.
Llegando a la oficina, le di los buenos días al personal que se encontraba ahí, Avelina trabajaba en mi escritorio, estaba sentada y pude ver que vestía un pantalón de mezclilla oscuro y una blusa blanca de botones, su cabello lo tenía recogido, se veía hermosa, aunque no pude apreciar su mayor atractivo por estar sentada, entonces la saludé:
*Hola, buen día, ¿cómo vas?
-Hola, te tardaste mucho,
y en voz muy baja me dijo
– Te extrañaba,
y le ofrecí una sonrisa pícara.
Estuvimos platicando brevemente de sus pendientes de trabajo, y me comentó que ya le estaba entendiendo a los procesos, y se estaba familiarizando con las órdenes de compra, seguimos tocando otros temas de trabajo, y le comenté que iría a darme una vuelta a la obra, para supervisar los trabajos de construcción y platicar con el arquitecto de algunos pendientes de campo.
Salí, y me fui pensando que me sentiría más cómodo diciéndole lo de la ida a San Luis a solas, y como había algunas personas en la oficina, no me animé a decirle, así que tomé la decisión, que, regresando a la oficina, le pediría que fuéramos al almacén, y durante el camino podría abordar cómodamente ese tema.
Después de atender los pendientes ...