1. La señora Antonietta (Parte 1)


    Fecha: 27/12/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Giano57, Fuente: CuentoRelatos

    ... me encontré en aquella situación muchas veces soñada a ojos abiertos, estar desnudo ante una linda mujer vestida, (que no fuera una profesional).
    
    “Lleva la caja sobre la mesa”
    
    Obedecí y volví ante a Ella; en este momento sonó el teléfono
    
    “Si… todo bien… si, lo tengo aquí delante de mi… no, quédate tranquila… es todo bajo control… si, no te preocupes… te contaré… gracias, buenas noches… mañana te llamo”
    
    Volvió a fijarse en mi
    
    Se levantó del sillón
    
    “Abre bien las piernas y cruzas las manos detrás de la nuca”
    
    “No me mires, perritas, tus ojos tienen que fijar el infinito delante de ti;
    
    Aunque yo me ponga delante de ti, a 10 centímetros de tu cara, tú tienes que mirar muy lejos delante de ti, ¿Entendido?”
    
    “Si Señora”
    
    Empezó a examinarme como un animal al mercado, me abrió la boca como a los caballos, me tiró y torció los pezones sacándome unos lamentos e interrumpiendo la imperturbabilidad de mi cara, me palpó las nalgas para medir mi tono muscular, sopesó mi polla y me pareció que no quedo entusiasta, cogió mis bolas, las alejó del cuerpo estrangulando la base del escroto y les apretó bastante, logrando también en esta ocasión hacerme quejar.
    
    Luego me dijo de doblarme hacia adelante y examinó mi esfínter.
    
    “¿¡Esto no es virgen, ya te han dado por el culo?! Le conteste que, en dos ocasiones, dos Amas me habían follado con un strapón.
    
    Bien, ahora ponte de rodillas y a cuatro patas sígueme,
    
    Ella se alejó y yo dócilmente la seguí caminando lo ...
    ... más rápido que pude a cuatro patas, aquí si la miré de atrás, más la miraba y más la descubría hermosa, el tejido liviano de su bata no podía esconder la forma perfecta de su culo, abundante, redondo, alto y yo dispuesto a apostar duro y firme.
    
    Me guio a su habitación, era muy grande y aunque su cama era de matrimonio quedaba mucho espacio alrededor de ella.
    
    A un lado de la cama había una alfombra blanca que imitaba el vello de un cabrón con el pelo largo.
    
    Me ordenó de ponerme sobre eso, luego de cruzar las manos detrás de la nuca y por fin de ponerme a cuatro patas, pero con las rodillas y con los codos, cuando fui con los codos al suelo me ordenó de distender la espalda, o sea de alejar los codos de las rodillas; por último, me hizo abrir mucho las piernas; os aseguro que es una posición muy incomoda.
    
    Cuando fui en posición, intuí que abría el armario mientras me decía, “me dijiste que vives solo, ¡¿entonces no tendrás problemas en llevarte las marcas de mis golpes verdad?!”
    
    Chack, el golpe llegó seco, fuerte, inesperado, sin darme el tiempo de contestar, más o menos en los riñones, me estaba azotando, creo, con una cinta para pantalones y el dolor, aunque fuese el primer golpe, fue intenso y me dejó sin palabra.
    
    “¿Te hice una pregunta, ya te niegas a contestar a tu Ama?”
    
    “Perdone Señora, no, Señora, no tengo problemas a llevarme sus marcas” me apresuré a decir.
    
    “Vale, dime entonces, ¿cuantas experiencias de sumisión tuviste?”
    
    Chack, mismo lugar y ...
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