Te vas a quedar? [H26] [M26] - Relatos Eróticos

Te vas a quedar? [H26] [M26]

... mis manos por toda su espalda para terminar de agarrarla por esa pequeña cinturita.

La verdad lo tierno del beso duró poco por qué comencé a sentir mucha adrenalina en mi cuerpo y la comencé a apretar y a besar más apasionadamente y ella me respondía pasando su lengua primero por mis labios y luego contra mi lengua, esto me calentó muchísimo y la comencé a morder delicadamente en el labio inferior mientras ella soltaba pequeñas risitas que hacían que mi corazón fuera empezando a bomebear más rápido sangre a mí verga que a este punto ya sentía que me iba a explotar (por qué team sangre jajaja).

Me dejé llevar y bajé con mi boca hasta su cuello que tenía ese aroma tan rico del perfume que llevaba, le pasé ligeramente la punta de mi lengua mientras la seguía besando, esto definitivamente la estaba prendiendo por qué su expresión cambio y sus risitas se fueron conviertiendo en ligeros gemidos con esa voz tan dulce que tenía.

De pronto pensé Qué estoy haciendo? No puedo creer que me estoy besando con Nancy en su casa, un poquito de paranoia cannabica supongo.

Me separé de ella pero en lugar de sentirme nervioso, me sentí como se debería sentir un león cuando se va a comer a su presa, ella se veía tan linda y excitada, su respiración estaba agitada y esto me hacía casi jadear de verdad como un animal. Así sin más, le levanté la blusa y para dejar descubrir sus redondas tetas que solo estaban cubiertas por un bra negro de encaje. Me avalance con mi cara entre sus dos ...

... tetas y las comencé a besar como si de ello dependiera mi vida, ella con sus manos tan delicadas me tomó del cabello de la nuca y me comenzó a estirar mientras entre gemidos se dejaba escuchar un "ahhh siii, asi siii".

Todo eso me puso como loco y antes de liberar sus melones de su prisión de encaje le metí la mano derecha por debajo de su pantalón para sentir su vulva, mientras con la otra mano sentí como su piel se iba poniendo chinita y se estremecia. Mis dedos índice y medio palparon lo húmeda que estaba a través del encaje de sus braguitas.

Tome una de sus manos y la puse sobre mi pantalón para que sintiera lo dura que tenía la verga. Me acerque a su oreja, la mordí un poco para luego decirle:

Yo: Si sabes que te voy a coger durísimo verdad?

N: Si, eso es lo que quiero, vamos a mi cuarto

En su cuarto tomé una postura totalmente dominante y ahora sí estaba dispuesto a hacer valer la desvelada que me iba a poner.

Con una mano le desabroché el bra y me llevé una sorpresa ya que sus pezones no eran pequeñitos como me imaginaba si no que sus areolas estaban más bien grandes, y de un tono café clarito. Por el peso de semejantes senos, tenían una caida natural no muy marcada pero que de igual manera hacia que se vieran más grandes de lo que escondía. Y entonces si, ahí me prendí de esos pezones, uno a uno les hice todo lo que me vino en gana, desde lamerlos, chuparlos, besarlos hasta morderlos ligeramente, lo que hizo que Nancy moviera hacia atrás su cabeza. Para ...