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La fiscal
Fecha: 30/12/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: marori73, Fuente: CuentoRelatos
... ordenó Tras darle la papilla dulzona, la lavaron con la manguera de nuevo por dentro y fuera, haciéndola vaciar de nuevo sus tripas, y recogerle de nuevo el pelo en una coleta, le pusieron una cadena al cuello, y completamente desnuda y maniatada a la espalda, la condujeron al exterior de la sala. Varios hombres que se encontraron, se echaban mano al paquete a su paso y le decían: —Letrada, esta noche le llevo de nuevo mi caso, jajaja Silvia, con aquellos comentarios, notaba que empezaba a excitarse! En la habitación que entraron, esperaba la mujer y el gordo del traje, totalmente desnudos. La llevaron a un lado, desataron sus manos de la espalda y las ataron a una cruz de madera, de frente a ellos. La mujer se acercó y palpo sus tetas, apresando los pezones fuertemente con los dedos, haciéndoles erguirse duros. Los apresó con las conocidas pinzas, que ato a unas cuerdas y paso por una argolla del techo, tirando de sus tetas dolorosamente hacia arriba. Acerco una mano a su vagina, y comprobó que esta empezaba a mojarse. —El efecto es rápido, dijo sonriendo Le acaricio el clítoris suavemente y comenzó a introducir un dedo en el cada vez, más húmedo coño de Silvia. Esta jadeaba y se contoneaba viciosamente, ...
... como respuesta a las sensaciones que desde su entrepierna llegaban a cada poro de su cuerpo. La mujer siguió masturbándola hasta hacerla correrse entre gritos de placer. —Bien, ahora veremos si con dolor, también funciona Y nada mas apartarse, el hombre, soltó un latigazo en las piernas de Silvia, que la hizo estremecer. Era un látigo de 9 colas de cuero, de diversos largos y diámetros. Aplicando minuciosamente cada latigazo, alguna cola, siempre alcanzaba la vulva o los labios, y Silvia se sentía tremendamente excitada, a pesar del dolor de los golpes. La mujer trajo un consolador de tamaño considerable, que terminaba en una barra, se lo metió sin ningún esfuerzo y lo ajusto al suelo, dejando a la fiscal empalada. De nuevo sufriendo los latigazos, Silvia comenzó a moverse, haciendo que el falo de goma entrara y saliera de ella, lo que la llevo al éxtasis entre dolor y placer, con los ojos en blanco, presa de una lascivia inmensa comenzó a gritar. —AGGH Me corro, me corro, mas fuerte, dame mas fuerte me corro! Y se vino en un nuevo squirt ante la atenta mirada del gordo y la mujer, que complacidos observaban el espectáculo que la fiscal les brindaba —Fantástico, dijo él. Esta droga nos va a hacer de oro Continuará…