El gimnasio del placer
Fecha: 02/01/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
... fue una sensación deliciosa, casi podría decir que sentí el palpitar de esa verga cabezona.
Al subir hacia arriba empujó su pelvis y su verga parecía que se incrustaba en mi culo a través de la ropa, mi culito se contraía y relajaba, deseoso de sentir esa larga y gruesa barra de carne.
Ya no podía más y sin recato al levantarme y dejar la barra, le acaricié su verga y le dije:
- Ya no puedo, es suficiente, me duele el cuerpo, creo que necesito un masaje.
- Claro bella dama, vamos a los vestidores y le daré mi mejor masaje.
Entramos a los vestidores de damas y llegamos a una cama de masaje, me reclinó sobre la camilla haciendo que empinara el culo y me dio una nalgada.
- Ufff, hermosa, que buen culo tienes, pero vamos a ver si no te quedaron demasiado tensos los músculos por el ejercicio.
Me bajó mi licra hasta las rodillas y mi culo quedó expuesto, solamente protegido por mi tanga, empezó a acariciar mis nalgas, sobarlas, masajearlas y separarlas. Lo dejaba hacer recargada en la cama de masaje, vaya que lo hacía bien. me encantaba sentir sus grandes y suaves manos recorriendo mi piel.
- Parece que estás un poco tensa hermosa, necesitarás un masaje completo- dijo quitándome mis leggins de lycra y mi tanga y me dio otra nalgada para subirme a la camilla.
Me acosté completamente desnuda boca abajo, salió un segundo y cuando regresó abrió mis nalgas y sentí un chorrito de líquido viscoso caer en medio de ellas al tiempo que me propinaba otra ...
... nalgada.
- Tienes un culito perfecto, sólo falta endurecerlo un poquito y la mejor forma de tenerlo durito y paradito es el sexo anal, preciosa, vamos a darle una buena sesión y verás que tendrás el mejor culito del mundo.
Sentí su dedo pulgar frotar mi arrugado agujero, todo mi cuerpo se estremeció, una vez que embadurnó bien el aceite por fuera, su dedo presionó con suavidad, no fue difícil que se colara dentro con la lubricación que daba el aceite, no pude evitar dar un gemido ahogado, y empiné la colita invitándolo a continuar, así que lentamente me lo introdujo totalmente, empezó a moverlo en forma circular, acariciando mis paredes internas y disfrutando la estrechez de mi culito.
- Mmmm, hermosa, que estrechito y calientito, como aprieta mi dedo, si así aprietas mi dedo no quiero ni imaginarme como apretarás mi verga cuando te recorra por dentro, ufff.
Lo empezó a meter y sacar en forma deliciosa, literalmente como si me estuviera cogiendo con ese dedo, me encantaba la sensación, abrí las piernas y cerré los ojos agudizando los músculos de mi culo, para disfrutar sus caricias.
Cuando ya entraba y salía con facilidad echó otro chorrito de aceite y empujó un segundo dedo, di un respingo de sorpresa, y lancé otro gemido.
- Te gusta nena, que rico se te abre la colita, va a ser un placer enorme reventarte tu hermoso culito.
Me dio un par de azotes en mis nalgas y los movía y sacaba, era un placer sublime, empecé a mover el culo en forma circular, apretando y ...