COMENZÓ EN UN SUPERMERCADO
Fecha: 04/01/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: alirongo, Fuente: RelatosEróticos
Hola soy Ernesto, tengo 48 años 1,80 de estatura de complexión normal hago bicicleta un par de veces por semana, la historia que ve os voy a relatar, ocurrió hace unos meses y comienza de una forma casual en un supermercado.
Como me gusta la cocina suelo ir a menudo a comprar lo que necesito para mis menús, me gustan los ingredientes frescos, al ir tan menudo al poco tiempo te vas fijando con la gente en su mayoría mujeres que suelen ir con la misma frecuencia y horario que yo. De todas ellas me llamó la atención una en particular una mujer de 1,70 de estatura, de 63 años, con unos pechos medianos, morena, un culo bien sensual, vestía con sencillez y un suave maquillaje que hacía resaltar sus ojos claras y unos labios bien sensuales que es lo que más me impresionó.
Desde ese día comencé a buscarla en el supermercado, para coincidir con ella, me hacía el encontradizo, me fijaba en las cosas que compraba y comprobé que teníamos gustos parecidos por los productos que llevaba en el carro.
Así transcurrieron varias semanas hasta que me di cuenta que ella también se había fijado en mí y que ahora era ella quien se acercaba a los puestos donde me encontraba y comenzamos a conversar sobre los productos a comprar, hasta que me decidí dar un paso más, así que la invité a tomar un café se lo pensó un poco pero al final aceptó y lo tomamos como rutina, después de la compra el café.
Nuestras primeras conversaciones fueron triviales sobre menús y cosas parecidas quedamos ...
... para ir juntos hacer la compra y
comenzamos a conversar sobre nuestras vidas privadas, Blanca que así se llama, estaba casada, su marido tenía 76 años y pasaba más tiempo en el pueblo que en casa, tiene dos hijas que vivían en el extranjero, se sentía muy sola. Poco a poco noté que cada vez venía más arreglada, con ropa más ajustada resaltando tus tetas su culo y esos labios que me traían loco.
Todo ocurrió un día que fui de paso solo para encontrarme con ella llevaba el carro bastante cargado, cuando la vi nos dimos dos besos casi rozando nuestros labios y se puso un poco colorada, al verla así tan cargada me ofrecí a llevar la compra a su casa, ella se resistía un poco pero después de insistir un poco accedió. Noté como le cambiaba la cara tenía una sonrisa especial
Llegamos a su casa, después dejar la compra, me ofrece tomar una cerveza, mientras ella se ponía cómoda, la vi desfilar hacia su dormitorio, apareció con una bata liviana, se le marcaba el sujetador rosa y las braguitas a juego, nada más verla se me empezó a empinar, se dio una pequeña vuelta con la excusa de ir a la cocina a buscar otra cerveza para ella, se sentó al lado mío en el sofá, no podía ni quería que viera mi excitación, su mirada directamente a mi paquete y las mías a su escote, brindamos y nos miramos llenos de deseo cuando de repente me dice:
Me quedé un poco parado y me costó un poco reaccionar tenía tantas ganas o más que ella.
Se quita la bata y agarra mi polla por encima de los ...