La tanga de Regina (parte 3 y final)
Fecha: 18/01/2024,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Tangamex, Fuente: CuentoRelatos
... habíamos decidido pasar la tarde yendo al cine y a comer helados. Jejeje ¡el crimen perfecto!
-Vaya veo que además de bonita eres muy astuta e inteligente.
El camino del parque Sargento a Coyoacán no es muy largo aproximadamente 15 minutos, en el camino Regina cambiaba la música de mi iPhone para ir escuchando durante el camino, existía cierta “pena” de ambos por lo que había pasado la noche pasada, así que el tema de la música fue el pretexto perfecto para romper esa ligera tensión y fuera más relajado el trayecto.
Llegamos al centro de Coyoacán y por ser un sitio muy concurrido es muy complicado encontrar un lugar de estacionamiento, por lo tanto tuvimos que buscar unas tres cuadras alejado de la zona donde se ubican todos los restaurantes y cafeterías. Encontramos un lugar cerca de una pequeña plaza donde hay abundantes árboles, caminamos aproximadamente diez minutos por calles muy estrechas y aceras igual de pequeñas lo que obligaba que en momentos cediera el paso a Regina y yo ir atrás de ella, lo cual me permitía ver su hermoso culo muy cerca. Notaba su cintura delgada y el color blanco de sus piernas al caminar me traían ya con una sonrisa inmensa, se notaban las costuras de su panty tras el vestido, que en este caso no era una tanga si no un bikini tirando a una panty clásica.
Llegamos a un café que frecuento mucho por tener un ambiente muy cálido y agradable, perfecto para una larga tarde de lectura o tener una plática relajada con alguien. El lugar ...
... estaba algo concurrido y no había mesas disponibles. A lo cual una de las meseras nos propuso pasar a unas mesas altas que cuentan con bancos de iguales proporciones. A lo cual accedimos. Y ordenamos nuestras bebidas. Al sentarse Regina en ese banco alto se notaban enormes sus muslos, tan tonificados y suaves que al cruzar la pierna el espectáculo que daba era de otro mundo.
A los pocos minutos una mesa que estaba frente a nosotros llegaron un grupo de señores ya muy mayores, calculo unos 65-70 años. Los cuales no apartaban la vista tan privilegiada que tenían al ver a esa bella joven veinteañera enseñando sus piernas y en uno que otro descuido tal vez podrían ver su calzón. Me dije vaya viejos disfruten, uno de ellos “discretamente” tomaba fotos con su celular, no lo juzgo. Seguramente yo hubiera hecho lo mismo y no dejar pasar tan inmejorable postal.
Regina me comienza contar con un gesto de aburrimiento sobre su mamá.
-Pff Alberto no tienes idea de cómo me interrogaba mi madre de a dónde iba, siempre hace lo mismo me pregunta por todo, como si fuera una niña.
-¿En serio es tan aprehensiva tu mamá?
-Si, nunca me deja hacer cosas que según ella no son de una señorita decente. Los domingos debo ir con ella a la Iglesia, por ejemplo he querido hacerme un tatuaje en el tobillo desde hace ya unos años y ella me reprende, que eso de los tatuajes no es de una señorita decente.
-Oh ya, bueno así son luego las mamás.
-No, la mía si es muy exigente y vigilante, ...