1. Mi contadora, por fin la mas puta


    Fecha: 18/01/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: El sabroseador, Fuente: CuentoRelatos

    MI contadora ahora si tenia mucho trabajo, se vino temporada de declaraciones anuales y fueron semanas de estrés en demasía. Después de la experiencia en el hotel y de lo vivido en el camión como que habíamos evitado el tema. Llegue a pensar que habíamos ido demasiado lejos. Llegue a sentir que la perdía, que no volveríamos a explotar de placer. Que equivocado estaba.
    
    Después de casi un mes, me llegó un mensaje de mi contadora a mi celular
    
    -¿Ocupado?
    
    -Para ti, jamás hermosa. Que gusto saber de ti. ¿En qué te puedo ayudar?
    
    -Huuu, por qué tan serio?
    
    -No, para nada, Perdón, he andado muy estresado.
    
    -Justo para eso te llamaba, yo también ando igual, como desearía que alguien me tomara y me quitara todo este estrés…. ¿No conocerás a alguien?
    
    La platica fue muy vivificante para mí ya que hablamos de sexo otra vez. Fueron al menos dos horas que estuvimos sexteando de nuevo. Nos calentamos demasiado y me pidió vivir algo mucho mas intenso que en la calle después del camión. Quería y deseaba en verdad sentirse la mas puta de las putas.
    
    Me pidió que la sorprendiera. Que pensara en algo que le hiciera recordarlo toda su vida.
    
    Incluso me dijo que no e llamara si no era para darle la cogida de su vida y hacerla sentir mas puta de lo que ella misma era capaz de desear.
    
    Para serles franco tardé un par de días en pensar e imaginar cómo podría hacerle. Si para mi fue una eternidad no quisiera imaginar para ella, pero al final bien valió la espera.
    
    Fui a unas ...
    ... cabinas que encontré a través de internet. En el centro de la CDMX encuentras todo. Entre y el lugar se veía algo lúgubre pero muy excitante. Había cuartitos con una pantalla adentro y proyectaban películas porno. Había un hoyo en la pared y justo aparecían vergas por ahí y otros y otras se dedicaban a mamar como becerros hambrientos.
    
    Yo no podía esperar, hable con algunas personas. Saqué algunos teléfonos y me fui del lugar a preparar todo.
    
    Le hable a mi contaputita. Le dije que la vería al día siguiente, que se pusiera ese vestido blanco cortito, pelo lacio y las zapatillas color cremita. Que se llevara una tanga blanca y sin bracier. Quedé de pasar por ella a su oficina y de ahí me la llevaría al medio día con el pretexto de ir a una comida de trabajo.
    
    Desde la mañana me reporte a la oficina para avisar que no iría a trabajar. Me dispuse a ir a un hotel cercano al monumento a la revolución ya que ahí es común que entren personas diversas a las mismas habitaciones y nadie dice nada.
    
    Alquilé una habitación, mandé varios mensajes con diversas instrucciones y esperé confirmación.
    
    Cuando ya todo estaba listo, me dispuse a ir a la oficina para recogerla. Estaba vestida tal cual se lo ordené. De solo verla se empezó a levantar un bulto entre mis piernas.
    
    Baje del auto, le abrí la puerta y avance un par de cuadras. Poco antes de doblar en insurgentes me orillé y le dije que le vendaría los ojos, que no podría ver nada. Su única orden era mantenerse en silencio y ...
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