1. El amigo de papá


    Fecha: 20/01/2024, Categorías: Anal Autor: LittleKitty, Fuente: CuentoRelatos

    ... acariciando el bulto y no me quiso dejar. Acabé en un orgasmo extendido llena de placer y gusto.
    
    Besó mi frente, y sin decir una palabra me quedó mirando.
    
    Cuando me repuse de ese éxtasis, me bajé del auto y volví a mi casa.
    
    Más tarde recordé esa escena y me masturbé en el sillón de la sala, con una mano frotaba mi clítoris, mientras la otra pellizcaba mis pezones.
    
    Cuando estaba a punto de acabar sonó el teléfono, era mi padre, mi atención dispersa y mi excitación hicieron que no le prestara mucha atención a la conversación.
    
    A eso de las siete de la tarde golpearon la puerta, yo salía de la ducha y envuelta en la toalla me fijé quién podría ser, era Roque, con mi tanga en la mano, le abrí la puerta y lo invité a pasar.
    
    – Perdón nena, se te olvidó esto en el auto. No quería incomodarte. – dijo en un tono apenado.
    
    – Está bien, perdón por olvidarme, gracias por devolverla. – le dije mientras me acercaba a él, dejé caer mi toalla y él atinó a besarme, besaba muy bien, su lengua jugaba con la mía mientras volvía su mano a mi sexo, me sentó suavemente en el sillón y él se arrodilló en el piso, empezó a morder mis pezones alternadamente, y fue bajando por mi vientre hasta besarme los muslos, morder suavemente y pasar la punta de la lengua hasta llegar a mi clítoris, succionaba, mientras me tocaba los pechos con sus manos grandes y hermosas.
    
    – Sos un vicio– me dijo mientras olía mi piel.
    
    Estuvo entre lamidas, mordidas, dedos y succión, unos veinte minutos ...
    ... jugando con mis genitales, y más de una vez quiso tocar mi ano pero no se animó.
    
    Ya había acabado más de una vez y tenía ganas de ver su pene, así que se lo pedí, le pedí que me deje meterlo en mi boca, y así hizo, se bajó su ropa interior y me metió su miembro en la boca, mientras pasé mi lengua por el tronco y sus huevos, por la punta del pene, lo metí hasta mi garganta saboreando cada parte de ese maravilloso, grueso y marcado miembro erecto como un tronco, sus movimientos eran gentiles y a su vez me ahogaba y eso me excitaba más, hasta que se acabó en mi boca.
    
    Generalmente yo no era así, pero ese hombre me gustaba, no sé si es morbo, pero jamás había estado con un hombre más grande, y los muchachos de mi edad eran brutos, y no tenían ni idea de cómo hacerme llegar a un orgasmo. En ese momento me decidí, me arrodillé en el sillón con mis manos en el respaldo y fue una señal clara de lo que quería, así que sus manos acariciaron mis nalgas y de pronto me dio una cachetada estruendosa, lejos de asustarme me gustó, y lo volvió a hacer varias veces, con sus manos pesadas mis nalgas habían quedado rojas, después empezó a besarlas con suavidad, a separarlas y metió su cara entre ellas lamiendo desde mi vagina hasta el ano, yo volví a estar excitada, y en unos minutos su erección se hacía sentir...
    
    – Pedimelo – dijo suavemente y agitado mientras rozaba su miembro entre mis nalgas – Pedimelo y te lo doy.
    
    –Haceme la cola, papi – dije excitada y acto seguido su pene invadió ...