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Situaciones morbosas (2)
Fecha: 20/01/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
Hace muchos años viví una de esas situaciones tremendamente morbosas que forman parte de nuestros más ocultos secretos. Momentos de una excitación máxima donde el morbo no deja pensar con claridad y asumes unos riesgos casi suicidas. Pasó hace unos 20 años y aún hoy es un recuerdo recurrente para pajearme. Llevaba unos 2 años con mi novia, la que hoy es mi mujer, y como cada verano ella pasaba los veranos en un apartamento en la playa propiedad de sus padres. Ese año yo lo iba a pasar con ellos. Esto era una especie de confirmación de alternativa taurina. Hasta que no se pasaba el verano en aquel apartamento familiar la relación no tenía un carácter de seriedad total. La hermana mayor de mi novia junto a su marido ya habían pasado por ese momento y eran habituales en el apartento veraniego. Junto a mis cuñados habíamos compartido muchos momentos y algún que otro viaje pero nunca habíamos estado conviviendo durante un mes completo en un pequeño apartamento y mucho menos en compañía de mis suegros. Así que la situación era algo incómoda para mí. En cualquier caso la relación con ellos era buena. Mi cuñado Aitor, era ertzaintza, y tenía un carácter algo reservado. Un tipo enorme, de voz profunda y cara de pocos amigos. Su mirada gris acerada imponía en el cara a cara. Mi cuñada, Elena, era otra cosa. Sin ser guapa sí era muy sensual. Tenía un buen cuerpo, alto y proporcionado. Pero era su actitud provocativa la que le daba ese aire sensual y morboso. Durante la ...
... primera semana de aquel agosto la situación no fue demasiado complicada. Dadas las pequeñas dimensiones del apartamento nos arreglamos como pudimos. Eran tres dormitorios bastante justos de manera que a mi novia y a mi nos tocó el más pequeño y dormíamos en un sofá cama. Cómo mi cuñado era tan grande necesitaba más espacio y ellos se quedaron en uno con dos camas. Todo comprensible y mucho más cuando yo estaba debutando en aquella plaza (por seguir con los símiles taurinos). Cada mañana yo me levantaba temprano para salir a correr. A la vuelta me daba una ducha y me unía al resto de la familia ya fuera en la piscina de la urbanización o en la playa. Fue en uno de esos días de playa cuando le ví las tetas a mi cuñada Elena. Ese día mis suegros prefierieron quedarse. Después de ducharme cogí una toalla y me dirigí a la arena. A medida que me acercaba a la sombrilla vi que solo se encontraban bajo ella Aitor y mi novia. -¿Dónde está Elena? -Pregunté. Mi cuñado me miró con su semblante serio habitual y girando la cabeza hacia la orilla me señaló a una mujer que venía en nuestra dirección: -Ahí la tienes. -Su voz resonó bajo la sombrilla de manera solemne. A pocos metros vi a mi cuñada con su cuerpo totalmente mojado y escurriendo su melena. Venía sin la parte de arriba del bikini luciendo unas preciosas tetas. A sus 32 años, 5 más que su hermana y yo, sus pechos lucían turgentes y perfectamente colocados con un maravilloso pezón de color marrón claro que apuntaban al ...