Licenciada Paula (parte 2)
Fecha: 22/01/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: YF Santos, Fuente: CuentoRelatos
... ti!
- Dónde quieras, chamaquito! ¡Yo me los trago y los absorbo!
- Me voy a venir!
- Relléname!
Me salió tanta leche que en el momento que salí de dentro de ella, mis chicos se escurrían, a lo que ella dispuso.
- Wow, está muy calientita, siento como sale y... (Tomó un poco de lo que le salía y lo probó) mmmm está muy rico!
- Me alegra que te guste, lo que te salió a ti me encantó.
- Pues si todavía aguantas, quiero que te vengas en mi boca para poder probarlos directamente.
- Por supuesto que aguanto, solo déjame... (Me acerqué a sus pechos para olerlos, sudaban y tenían un aroma tan delicioso, que procedí a chuparle todo hasta que casi casi solo olía a mi saliva) son perfectos.
Me levanté, y le pedí que se sentará hacía la cabecera de la cama, de modo que mi pene quedará a la altura su boca y que me lo chupara para darle lo que me pidió, lo hizo y comenzamos.
Comenzó chupándolo con tal pasión, que desbordaba saliva que caía en sus chichotas, lo que aproveché para la rusa más rusa de la vida, se deslizaba con tal facilidad y las apretaba tanto, que sentía que me saldría la leche en cualquier momento, así que le dije.
- Ya viene! ¿¡Lista!?
- Lista! (Dijo con la boca abierta y la lengua afuera).
Expulse 3 ...
... grandes chorros, de los cuales 2 fueron a la boca embarrando parte de sus labios y cayendo hasta sus pechos, y el 3ero fue hacia su rostro, dejando manchada su nariz, cachete y frente. Me senté en la cama rendido, y mirándola, sentada y con mi leche por la cara y senos, tomándose mi leche y mirándome con esa sonrisa que me estaba encantando ahora más que nunca.
- Está dulce
- Gracias, estuvo muy bien eh
- Ya sé, quién te viera mocoso, si sabes cogerte a una mujer
- Solo a las de verdad (le guiñe un ojo)
- Jajaja, déjame ir limpiarme, y nos vamos a dormir porque no hemos descansado, y por mi condición no puedo aguantar más, ¿me ayudas? Y te dejare dormir entre mis pechos.
- Claro, aunque no te prometo no chuparte los mientras duermo.
- Cuento con ello (me guiño el ojo).
Terminamos de limpiarla y nos acostamos desnudos, cumplió su palabra y dormí todo el tiempo entre sus pechos, oliéndolos, ese aroma a sexo era inigualable. Pasaron las horas y despertamos, tomamos un baño (por calientes y para ayudarle) y me retiré de su casa, no sin antes decirme.
- Yo soy tu mujer, y necesito que vengas a cuidare cuando esté sola
- Yo soy tu hombre, y mi deber es complacerte
Me fui a casa, esperando con ansias el siguiente encuentro.