1. En mi finca de caza (1: Con la ex de mi amigo)


    Fecha: 16/10/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: golfoenmadrid, Fuente: RelatosEróticos

    ... bicho. Estaba asqueada por el olor y la sangre, pero la cosa no quedó ahí, y obligándola a abrir la boca le hice comer un trozo del corazón crudo que había cortado.
    
    La textura de la carne cruda le hizo vomitar, solo el sentir como se pegaba a su paladar le provocó las arcadas, pero cuando se tuvo que tragar la carne, todo su estomago se revolvió y echando por la boca todo el alimento que había ingerido. Yo solo observaba. Al terminar, se volvió hecha una furia, y alzando su mano, intentó pegarme. Me lo esperaba, por lo que no me fue complicado el detener su mano, e inmovilizándola la tiré al suelo. Patricia comenzó a insultarme, a exigirme que la llevara de vuelta a Madrid, que nunca había supuesto lo maldito que era. Esperé que se desfogara, y entonces me senté a horcajadas sobre ella, con una pierna a cada lado de su cuerpo, y dándole un tortazo le dije:
    
    -Mira putita, nunca me creí que tu marido te maltratara-, mentira me lo había tragado por completo,- es mas, al ver las fotos tuyas retozando con tu amante, decidí convertirte en mi perrita-.
    
    Dejó de debatirse al sentir como con el cuchillo, botón a botón fui abriéndole la camisa, se paralizó de miedo al recordar como había destripado al guarro con la misma herramienta con la que le estaba desnudando. Realmente, estaba bien hecha medité mientras introducía el filo entre su sujetador y su piel, cortando el fino tirante que unía las dos partes. Su pecho temblaba por el terror cuando pellizqué sin compasión sus ...
    ... pezones erectos. Me excitaba verla desvalida, indefensa. Sin medir las consecuencias, le despojé de su pantalón y desgarrándole las bragas, terminé de desnudarla. Al ver que liberaba mi sexo de su prisión intentó huir, pero la diferencia de fuerza se lo impidió.
    
    -Patricia, hay muchos accidentes de caza-, le dije con una sonrisa en los labios,-no creo que te apetezca formar parte de uno de ellos, ahora te voy a soltar y tendrás dos posibilidades, escapar, lo que me permitiría demostrarte mi habilidad en el tiro, o ponerte a cuatro patas para que haga uso de ti-.
    
    Tomó la decisión mas inteligente, no en vano había estado presente cuando de un solo disparo acabé con la bestia y con lagrimas en los ojos, apoyándose en una roca, esperó con el culo en pompa mi embestida. Me acerqué donde estaba, y con las dos manos le abrí las nalgas de forma que me pude deleitar en la visión de su rosado agujero. Metiéndole un dedo, mientras ella no paraba de llorar comprobé que no había sido usado aun, estaba demasiado cerrado para que alguna vez se lo hubieran roto, saber que todavía era virgen análmente, me encantó, pero necesitaba tiempo para hacerle los honores, por lo que dándole un azote le dije:
    
    - Tu culito se merece un tratamiento especial, y la berrea no empieza hasta dentro de unos días-, me carcajeé en su cara, dejándole claro que no solo no iba a ser la dueña, sino que su papel era el de ser objeto de mi lujuria.
    
    El primer acto había acabado, por lo que nos subimos al ...
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