Viernes por la tarde.
Fecha: 04/02/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... sumiso.
Alejandro abre su culo con las manos, su Ama pone el tacón de aguja bajo las babas que caen de la mordaza para que se lubrique, y se lo introduce por el culo lentamente pero sin pausa. Él se queda quieto, empalmado, a cuatro patas y babeando la alfombra.
-Camina, perrito. Vamos de paseo.
Comienza a caminar a cuatro patas, despacio para no tirar el zapato que tiene en su espalda y porque el tacón metido en su culo le hace daño. Su Ama le guía con la correa, haciendo que levante la cabeza y tire de las pinzas de los pezones. Tras dar un par de vueltas a la habitación, suelta la correa y se sienta en un sillón, abriendo las piernas.
-Voy a masturbarme mientras te acercas y me miras, sumiso. Si consigues llegar a mí sin que caiga el zapato de tu espalda, te daré tu premio. Si lo tiras, tendré que castigarte. Y, créeme, he tenido una semana horrible y te usaré para desfogarme.
Se abre el coño con dos dedos, uno a cada lado de los labios, y acerca una pequeña pero potente bala vibradora. La pasa lentamente por encima, apoyando con fuerza pero sin llegar a penetrar, y sus dedos comienzan a mojarse.
-Mira, sumiso, aquí tienes tu premio. Trae mis zapatos y podrás lamer este coño.
Alejandro está muy empalmado y le cuesta caminar a cuatro patas. Solo quiere lamer ese jugoso coño, no puede pensar en otra cosa e intenta acariciarse la polla, así que pierde el equilibrio y el zapato de su espalda cae al suelo. Su Ama le mira, furiosa y excitada.
-Perro ...
... malo… ¿qué has hecho? ¿Tiras mis cosas al suelo por tocarte? Ponte de rodillas, con las piernas bien abiertas y las manos detrás de la cabeza. Voy a azotarte los huevos. Y quiero que mi tacón se meta hasta el fondo de tu culo, perrito descuidado.
Se levanta del sillón para cogerle de la correa y ponerle en la posición deseada. Al apoyarse el tacón del culo en el suelo, Alejandro emite un quejido que se escapa por la mordaza. Su Ama tiene en la mano una fusta, se está pasando la vara por el coño, empapándola. Se introduce suavemente en el coño la punta de la fusta con la que azotará a su sumiso.
-Abre bien las piernas, no se te ocurra cerrarlas mientras te azoto los cojones. Deberías dar gracias, esta fusta está llena de mis jugos, así que dejaré mi olor en tu piel.
Le da unos azotes en el culo hasta que se pone rojo. Continúa con la parte interna de los muslos, alternando entre estos y los huevos. Alejandro aguanta la postura con el tacón metido hasta el fondo del culo, pero los fustazos no cesan y cada vez le cuesta más aguantar la posición. Los azotes en los huevos son cada vez más rápidos y fuertes, hasta que termina con un azote en la punta del rabo que le hace dar un grito.
-Has sido un perrito muy bueno. Has aguantado mejor de lo esperado, por ello voy a darte un premio de consolación mientras tus huevos vuelven a su color normal. Voy a sacar el tacón de tu culo.
Con un rápido gesto, le saca el tacón de aguja del culo. También le quita la mordaza con forma de ...