1. Noches de póker


    Fecha: 04/02/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Rick71, Fuente: CuentoRelatos

    ... la polera y se bajó los pantalones. Podía ver la forma de su pene tratando de salir del boxer. Se dio media vuelta y se dobló, dejando todo su culito parado en mi dirección. Se comenzó a bajar el boxer y pude ver, entre sus cachetes abiertos, su culo. Estiré mis manos y toqué sus nalgas, acariciando, sintiendo como el contacto de mi piel le estremecía. Continué tocando, dando pequeñas nalgadas, hasta llegar a su culo, que fui recorriendo por fuera hasta meter un dedo. En ese momento, él me alcanza una botella de lubricante. Me puse en los dedos y en su culo, con cariño y excitación, comencé a dilatar su ano, un dedo, luego dos. Con el tercer dedo comenzó a quejarse, pero yo sabía que él ya estaba listo. - Hoy serás mi putita, le dije, y él sonrió. Me desnudé y me senté en el sillón, con mis piernas un poco separadas, mi miembro parado y listo para entrar en él. Marcelo retrocedió, sentándose sobre mí, puso sus manos en mis rodillas y bajó sus nalgas, hasta que sintió que mi pene le tocaba. Le ayudé hasta que mi glande entró en su ano y luego sentí como él bajaba su culo hasta que quedó completamente empalado. Empezó a subir y bajar y yo sentía su calentura y como gozaba, mis gemidos eran prueba de que yo también lo disfrutaba. Le di una buena nalgada y tomé sus caderas para dirigir los movimientos. Se sentía delicioso pero yo quería más. Me levanté y le di la mano, lo llevé hasta el único dormitorio del departamento. Allí lo puse de espaldas en la cama con su cadera en el ...
    ... borde. Levanté sus piernas y las puse sobre mis hombros. Lo ví, con su miembro parado, su culito abierto, su cara de malicia. - Pídemelo, le dije, dime qué quieres que te haga. - Culeame, me dijo, como la puta que soy, soy tu perra y quiero tu pico. Entré fácilmente en él, pellizcando sus pezones, metiendo mis dedos en su boca, sintiendo como movía sus caderas. Estuve bombeando un rato, pero yo sabía que terminaría pronto, la excitación era demasiada, el calor, la transpiración, sus quejidos. - Dame más, más fuerte. Y yo se lo dí, con toda mi fuerza hasta que no pude más y terminé dentro de él, sentía como salían litros de semen, uno de los orgasmos más intensos de mi vida. Al sacarlo pude ver mi semen saliendo de su culo.
    
    En ese momento la sentí. En la puerta del dormitorio, Ana, la ex esposa de Marco, el dueño del departamento.
    
    ¡¡Qué haces aquí!! Le dije, tratando de taparme con una almohada. Toda mi ropa estaba en el living. Marcelo, solo atinó a darse vuelta y quedó boca abajo, pero todavía con solo medio cuerpo en la cama, sus piernas en el suelo, su culo parado y el semen cayendo de su ano.
    
    Sólo vine a buscar una caja de recuerdos que me guardó Marco, no esperaba encontrar a nadie.
    
    En ese momento me fijé que ella estaba apoyada en el marco de la puerta, una de sus manos la tenía debajo de sus pantalones y la otra, debajo de su blusa, aparentemente pellizcando su propio pezón.
    
    Ana estaba en sus 35 años, algo gordita, pechos generosos, grandes. Su pelo castaño ...