1. Noches de póker


    Fecha: 04/02/2024, Categorías: Bisexuales Autor: Rick71, Fuente: CuentoRelatos

    ... le llegaba a los hombros. Su cara demostraba excitación. Yo, todavía goteando por mi terminada, me acerqué a ella y la besé.
    
    Comencé a recorrer con mis manos su cuerpo, su cuello, sus pechos, sus caderas. La apreté contra la pared mientras la besaba. Ana siempre había sido inalcanzable y ella lo sabía, al ser la esposa de Marco, la conocíamos desde hace mucho tiempo. Esta vez la tenía a mi disposición. Metí mis manos debajo de su blusa y apreté esos pechos grandes y todavía duros, sus pezones eran grandes y estaban parados, esperando a que los mordiera y eso hice. Le saqué la blusa, el sostén y comencé a chupar sus pezones, apretando y recorriendo el resto de su cuerpo. Marcelo se levantó de la cama, increíblemente su pene seguía duro. Se acercó a nosotros y tomó uno de los pechos de Ana, así con nuestras dos bocas le comenzamos a chupar y recorrer con cuatro manos, mientras la escuchábamos gemir al ritmo de nuestros movimientos. Marcelo la terminó de desnudar y se agachó para quedar su cara frente a su sexo. Ana estaba completamente depilada, cuando la comenzó a besar sintió el olor de su sexo excitado, su vagina lubricada. Comenzó a separar los labios de su vulva y metió la lengua, sintiendo su clítoris. Yo me deleitaba con sus pechos, su boca, su cuello. Su orgasmo fue repentino, inmediato. Ella misma se había estado masturbando ...
    ... viéndonos coger. Cuando a empujones le pedía a Marcelo que parara de chuparla, entre los dos la acompañamos a la cama y los tres nos recostamos, recuperando el aliento.
    
    Marcelo nos miró y nos dijo: Los veo felices, pero yo todavía no he terminado. Riéndonos, Ana bajó con su boca hasta su entrepierna y yo me acerqué a besarlo. El sonido de la saliva de Ana mientras le chupaba se mezclaba con el sonido que mi boca provocaba al besarlo. Me moví hasta que mi pene quedó a la altura de la boca de Marcelo. Con tanto beso yo ya estaba duro de nuevo y mis 18 cm entraron completos en su boca. Empecé a mover mis caderas literalmente culeando su boca. Podía sentir sus arcadas cuando entraba completo, pero él se las aguantaba, Ana también se aguantaba, por que los 20 cm de Marcelo también entraban hasta su garganta. Ana cambió de posición y lo montó. Metió toda su verga en su vagina y empezó a moverse buscando su placer. Yo también me moví, sin sacarlo de la boca de Marcelo me acomodé hasta que tuve los pechos de Ana a mi alcance y los comencé a chupar. La escena nos tenía muy calientes, pero Marcelo ya no podía más y explotó, llenando a Ana quien también tuvo un orgasmo increíble.
    
    Nuestras sesiones de poker y sexo continuaron por varios meses, muchas veces con Ana y otras solo nosotros dos. De estas sesiones nace María, pero eso es historia para otra vez. 
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