1. Confianza perdida


    Fecha: 07/02/2024, Categorías: Infidelidad Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos

    ... saber de dónde vengo?, vengo de estar con otro; ¿qué se siente?, dime, ¿duele?; así me dolió a mi al enterarme.
    
    La impresión le dejó sin habla, por un momento su mente se perdió tratando de hallar una respuesta coherente a lo que oía; el peso de una losa pendía a su espalda por lo que tomó asiento, respiró hondo antes de hablar tratando de hacer a un lado el nudo que sentía en su garganta.
    
    -Estuve con Isabel, es cierto -dijo volviendo a aclarar su garganta- lo he estado haciendo desde hace un par de semanas casi todos los días.
    
    -¡Eres un maldito! -dijo lanzando golpes que él evitó.
    
    -Lo hice -continuó- porque Isabel estaba enferma, tenía cáncer; murió el día de ayer.
    
    Dejó de lanzar golpes sin saber que decir, todo lo fraguado en su mente se vino abajo al saber el motivo de sus encuentros; ¿cómo pudo ser tan estúpida para hacer lo que hizo?, pensó mientras el llanto llegó a su rostro.
    
    -Ella no quería que lo supiera -dijo ahogando sus lágrimas- por lo que me hizo y por no crear un conflicto entre nosotros, me enteré porque entre sus registros estaban aún mis datos y me lo hicieron saber.
    
    -Santi -dijo tocando tímidamente su hombro- perdóname, no lo sabía y lo primero que pensé es…
    
    -¿Qué? -mencionó al quitar su mano de él- ¿qué te engañaba como tu acabas de hacer conmigo?, tengo algo de culpa por ocultártelo, lo sé, sé que debía habértelo dicho y no sabes lo que me arrepiento de no hacerlo; por estúpido que suene lo hice para no herirte, para no herir ...
    ... tus sentimientos después que me ayudaste a olvidarla; jamás, ni en la peor de mis pesadillas llegué a pensar que me hicieras esto, no tú.
    
    -¡Perdóname por favor!, estaba molesta y no sabía lo que hacía.
    
    -Lo peor de todo -dijo con pesar- es que sí lo sabías porque esto, esto que hiciste, fue una venganza; una venganza para hacer el mayor daño posible y ¿sabes qué?, lo lograste; no te imaginas lo que me acabas de hacer, lo que hiciste a nuestra relación.
    
    -¡Santi!, ¡no!; ¡no me dejes! -suplicó al ver que tomaba camino a la salida- ¡ayúdame como te ayudé a ti!
    
    -Tienes razón -dijo deteniéndose en la puerta- te voy a ayudar a olvidarme.
    
    *****
    
    Pasó todo un año, tiempo utilizado en un vano intento de ambos por olvidarse; ella sabía que no podía solicitar el perdón, él sabía que no podía darlo; vivían amándose sin deber hacerlo, extrañándose sin deber pensarlo; todo un sinrazón con motivos.
    
    *****
    
    Caminaba como todas las tardes desde que dejó de verla, lo había hecho un hábito para despejarse de recuerdos; cruzó la vereda flanqueada por árboles y tomó asiento, por un momento, para revisar su correspondencia. Omitió todos excepto uno que llamó su atención, no tanto por no contar con remitente, sino por la frase enmarcada en el:
    
    Esto es para ti, si alguna vez lo lees, créeme cuando te digo que nunca, ni en los peores momentos, dejé de amarte.
    
    Este podría ser el motivo por el cual podríamos rehacer nuestras vidas, pensó; suspiró hondo y, después de un momento, ...