1. Los albañiles me rompieron el culo en casa


    Fecha: 11/02/2024, Categorías: Anal Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... Llegamos al patio y les comenté que me gustaba mucho el trabajo que estaban haciendo y les pregunté que si ese mismo día terminarían y me dijeron que sí. Se quedarían hasta las 8 de la noche que llegara mi mamá, para entregarle la obra que hicieron y retirarse. Sali del patio para que ellos continuaran con su trabajo y me senté en el sofá de la sala a ver televisión.
    
    Cuando vi que comenzaba a hacer un poco de calor, fui a mi habitación por las tabletas de viagra, yo quería provocar más a esos albañiles, y con esas pastillas sabía que sus vergas se pondrían mucho más duras y mantendrían la erección mucho más tiempo, que les puedo decir era una chica muy cachonda y quería ser cogida durante horas sin parar. Preparé una limonada y la vacié junto con las 7 pastillas en la licuadora, dejé remojar unos minutos para después encender la licuadora y disolverlas perfectamente. Subí mi vestido un poquito más, justamente donde comenzaban mis nalgas y bajé uno de los tirantes del vestido para descubrir un poco mis senos sin que llegaran a verse mis pezones. Servi siete vasos y se los fui llevando a cada uno de los albañiles diciéndoles que se los preparaba con mucho cariño, mientras ellos miraban mis suaves y hermosos senos. Me dieron las gracias y me retiré a mi habitación durante una hora en lo que hacían efecto las pastillas.
    
    Cuando llegó el momento fui a la habitación de mi mamá que está al lado del mío y me llevé la botella de vodka a mi habitación, me serví en un vaso de ...
    ... cristal hasta la mitad, sabía que era demasiado alcohol, y que si lo tomaba se me iba a subir muy rápido ya que no había desayunado, pero yo quería alcoholizarme completamente para no poner resistencia a nada, quería que me cogieran brutalmente e hicieran con mi cuerpo cuanto quisieran esos albañiles sucios y rudos. Así que me tomé el vodka de un trago, a los 5 minutos sentí como se me adormeció la cara y me comencé a sentir muy cachonda y desinhibida, tanto que comencé a tocar mis senos y frotar mis pezones frente al espejo de mi habitación quedaron muy levantados y duros. Baje mis manos para introducir tres dedos en mi vagina lo que me hizo soltar algunos gemidos. Ya era el momento de ofrecerme completamente a esos albañiles, estaba sola en mi casa y mi mamá llegaría hasta las 8 de la noche, me sentí, desprotegida, vulnerable, a merced de esos hombres.
    
    Saqué del refrigerador los dos six de cerveza muy fríos y los deje en mi habitación. Volteé a verme en el espejo y me levanté el vestido descubriendo la mitad de mis nalgas, para ofrecerles una hermosa vista de mi culito bien caliente y lubricado, así como de mis deliciosas piernas de jovencita universitaria. Enseguida con suavidad retiré el plug de mi ano, sentí muy rico cuando salió y vi escurrir lubricante entre mis nalgas, en ese momento creí que mi ano ya estaba listo para ser penetrado violentamente por esas vergas que estarían reventando de gruesas. Me bajé los dos tirantes del vestido, jalé la tela un poco hacia abajo ...
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