1. Los albañiles me rompieron el culo en casa


    Fecha: 11/02/2024, Categorías: Anal Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... Maestro albañil se comía mi vagina como una bestia, metía su lengua muy rico, podía sentirla moviéndose deliciosamente en mi interior arrebatándome fuertes gemidos. Sentí como lamía y succionaba mis labios internos y externos, mientras estimulaba mi clítoris con sus dedos sucios de cemento.
    
    —¡Cójanme! ¡Quiero que me cojan muy fuerte hasta cansarse! ¡Pueden hacer conmigo lo que quieran! No se preocupen no le diré nada a mi mamá. Esto es lo que yo quería, que me cogieran entre todos. ¡Quiero que me duela mucho…! —Yo estaba tremendamente excitada, jamás había estado con tantos hombres a la vez.
    
    Cuando los albañiles escucharon lo que les dije, me levantaron de la cama para llevarme al suelo y me hicieron arrodillarme, se quitaron las playeras y pude ver sus cuerpos fornidos y tatuados, comenzaron a desabrochar las hebillas de sus cinturones, ese sonido del metal de sus hebillas, me hacía saber que iban a sacarse sus vergas para que se las mamara, entonces ellos se bajaron los pantalones y se los quitaron por completo, pude ver como sus vergas estaban muy ensanchadas, reventaban de gordas, yo sabía que era por las pastillas de Viagra que les disolví en la limonada, tenía frente a mi 7 vergas algunas muy gruesas, otras más largas, todas capaces de hacerme sentir mucho placer o dolor según como ellos quisieran.
    
    Se pusieron a mi alrededor y me tomaron de mi cabello largo y castaño, de una forma muy tosca, me lastimaban al jalarlo, pues me empujaban contra sus vergas ...
    ... haciendo que me las tragara hasta la garganta, lo que me atragantaba y me causaba ganas de volver el estómago, pero lo soporté, me sacaban lágrimas, me sentía utilizada, y comencé a disgustarme porque me estaban tratando de una forma muy agresiva, no terminaba de mamársela a uno cuando otro ya me estaba jalando del cabello para atragantarme con su verga que entraba hasta el fondo de mi garganta, dejando mis labios rojos pegados hasta la base de su verga, así estuvieron peleándose por meter sus vergas en mi boca durante unos 15 minutos. Pude verme en el espejo y tenía el rímel escurrido por mis lágrimas de atragantamiento.
    
    Uno de ellos me levantó jalándome del cabello y me dio una bofetada no muy fuerte, pero me dejo ardiendo la mejilla, supe que solo lo hizo para castigarme, pues yo les pedí que me causaran mucho dolor, así que me aventó a la cama.
    
    —¡Estás bien buena mamacita! ¡Tienes un culo bien rico! ¡Empínate para metértela por el culo! —Obedecí para que no me fuera a golpear otra vez. Me excitó mucho sentirme sumisa.
    
    Me incliné extendiendo mis brazos y dejando pegados los senos sobre el colchón, curveando mi espalda hacia abajo, dejando completamente empinado mi hermoso y suave culito con forma de corazón, mi ano rosita y lubricado estaba siendo entregado a ese albañil sucio para que me embistiera brutalmente, sentí mucho miedo porque él era quien tenía la verga más larga y gruesa de todos, estaba mucho más gruesa que el plug anal, así que mi ano nunca había recibido ...
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