1. Mi esposa era una puta y no lo sabía


    Fecha: 11/02/2024, Categorías: Confesiones Autor: Ignacioshow, Fuente: CuentoRelatos

    Me había casado hace 8 meses con Isidora, vivíamos juntos hace como 2 años. Isidora tiene 30 años, misma edad que la mía. Ella ya era una mujer que vivía de sus ahorros que llegó a juntar cuando trabaja en una multinacional con un cargo de directora, según lo que me contó, había sido con mucho esfuerzo y trabajo duro, le gustaba pagar todas las cosas con mucho dinero en efectivo, nunca usaba tarjetas. Isidora, que la llamaré Isi en el relato para abreviar su nombre, tal como le dicen sus amistades. Isi, es una mujer con un cuerpo encantador, bien menuda con una pequeña cintura, tenía curvas perfectas, con unas tetas bien paraditas y redondas, ayudadas por sus siliconas y operaciones, una colita hecha a mano, glúteos tonificados por sus ejercicios en el gym. Se vestía con ropas muy glamorosas, de marcas exclusivas y de lujo, entre ellas Gucci, Louis Vuitton, Chanel y Hermes. Siempre usaba unos jeans o calzas pero siempre ajustadas, como si su trasero explotara por lo apretado que eran, además unos escotes o blusas que marcaban sus senos grandiosos, lo acompañaban siempre unos tacos altos muy estilosos. Por lo rica que era y es Isi, con su cuerpo a medidas, su boca con unos labios bien gruesos, que te calientan sólo en mirarlos, una cara bien estirada para su edad y una nariz muy bonita entre todos sus atributos, unos ojos café y pelo oscuro, a pesar de una piel blanca pero muy sensual y sexi. Muchos hombres la miraban con deseos e inclusos amigos me decían que se vestía como ...
    ... una puta muy rica.
    
    Con Isi, nos fuimos de vacaciones a la playa, a un lugar que queda a 5 horas de vuelo de nuestra casa. Viajamos un sábado en la mañana y nos devolvíamos un jueves en la tarde, puesto que yo tenía que hacer una presentación muy importante a la gerencia el viernes. Como ella no trabajaba, aceptó y disfrutamos esos días de amor. El sexo que teníamos era muy normal, ella siempre fue una princesa, no le gustaba los sexos orales ni tampoco recibirlos, menos sexo anal y tampoco me dejaba chupar sus pezones, podía sólo tocarlos con las manos suavemente y tocar su cola con la misma intención, jamás nalguear sus glúteos ni tampoco apretones, si hacíamos sexo vaginal en todas las posiciones y con muchos besos bucales de todo tipo. Cabe mencionar que estos últimos eran exquisitos y calentones.
    
    Esa semana de vacaciones hicimos mucho sexo, tenía una ropa íntima muy sensual: tangas, colaless e hilos dentales de todos los tipos y modelos. Era un miércoles y la cabaña que arrendamos le faltaba sal, queríamos preparar unos ricas papas fritas para la hora de almuerzo. Así que Isi decidió ir a pedir sal al dueño del lugar que vivía en la cabaña colindante en el mismo condominio. Se arregló, se maquilló, se puso unos jeans celestes muy apretados y ajustados y una blusa con escote de color blanco, además llevaba unas tangas negras, tacos altos a pesar de que estábamos en la playa. Se puso mucho labial, lo que se veían muy corneteros, como una puta y zorra. Sale en búsqueda ...
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