1. El jefe de mi esposo me hizo trabajar como puta


    Fecha: 12/02/2024, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    Mi relación con el jefe de mi esposo fue muy morbosa. Me encantaba ser “la esposa” de uno de sus subordinados y su amante. Eso me excitaba. Cuando me decía que enviaría a mi esposo de viaje para poder tener más tiempo juntos, me sentía importante. El morbo que tenía cuando mi esposo me hablaba en casa de su trabajo, de las coordinaciones con su jefe y de lo que hacía en la oficina era extrañamente excitante.
    
    En algún momento, el jefe de mi esposo me dijo que quería ser “mi jefe”, que quería que trabajara como puta para él. Al principio le dije que estaba loco. Poco a poco la idea nos fue atrapando y avanzamos en cómo hacerla realidad. Se nos ocurrió publicar un anuncio en una web sexual y que mientras yo cogía con los clientes, él estaría cerca para cualquier emergencia.
    
    Encontramos la habitación ideal en uno de los hostales a los que íbamos. Tenía una salita de estar al ingresar y una habitación separada por una puerta desde la salita. Entre ambas, un baño al que se podía ingresar por ambos lados, desde la salita de estar o desde la habitación. Algo raro el diseño, pero pensamos que era el lugar ideal. El jefe de mi esposo estaría en la habitación. Yo recibiría al “cliente” en la sala de estar y cuando pasara a la habitación, el jefe, mi caficho, pasaría a la sala de estar por el baño. Nos deleitábamos imaginando todo el procedimiento.
    
    Me tomó fotos. Del cuello hacia abajo. Preparó el mismo unos anuncios sexys del tipo “señora casada y nueva” o “por necesidad ...
    ... económica ofrezco servicios”. Yo me excitaba mucho viendo todo lo que mostraba. Habilitó un celular viejo que él tenía con un chip que compró y todo listo. Finalmente, un miércoles que mi esposo estuvo de viaje, publicamos el anuncio en la web que habíamos encontrado y nos pusimos a esperar.
    
    Como dos horas después de subir el anuncio, llamó alguien. Le contesté y le di los detalles del servicio. Habíamos acordado cobrar el equivalente a 50 dólares. Con el precio se desanimó. Llamaron varios más y todos se desanimaron con el precio. Lo bajamos a 40 dólares y hubo más interés. Las dos últimas llamadas aceptaron pagar 30 dólares, pero se nos había acabado el tiempo y él debía volver a su casa.
    
    Chateamos como locos los días siguientes. La siguiente semana envió a mi esposo en un viaje full day a Trujillo. Mi esposo feliz pues le encanta esa ciudad, donde se come muy bien. Además, esos viajes “full day” lo hacen sentir importante. Yo estaba tan emocionada que no le presté atención.
    
    Luego de almuerzo me recogió a unas cuadras de casa y fuimos al hostal. Desde el auto, en el camino, subió el anuncio a la web. Ni bien entramos a la habitación tuvimos la primera llamada. Ya sabía que el precio era 30 dólares. El tipo aceptó, pero me preguntó si “podía hacerme sexo oral”. Le dije que si obviamente. Le di los detalles del hostal y el número de la habitación y me dijo que en 20 minutos llegaría.
    
    Le pregunté al jefe de mi esposo sobre eso del sexo oral. Me respondió que nunca se la ...
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