1. Cogí con mi novia, su madre y sus hermanas (Capítulo 10)


    Fecha: 17/10/2018, Categorías: Confesiones Autor: felodel2005, Fuente: CuentoRelatos

    ... acariciaba su pelo mientras trataba de consolarla. Limpié sus lágrimas y le dije tener una propuesta para solucionar sus problemas. “Hazte mi esclava sexual una vez al mes y yo te pago la cuota mensual de hipoteca”. Ella se quedó mirándome, sin poder creer lo que escuchaba, sin saber qué hacer. Finalmente accedió, pero solo hasta que encontrara trabajo; cuando lo hiciera nuestro trato moriría.
    
    Empecé a besarla sin escrúpulo alguno. Subí la parte de arriba de su bikini, dejando sus senos al descubierto. Nuevamente los veía y los sentía, eran maravillosos. Con una mano me agarraba de ellos mientras que con la otra acariciaba su vagina por encima del bikini. Ella me agarraba fuertemente del culo mientas nos besábamos. Le tenía tantas ganas que no pasó mucho tiempo para que corriera su bikini hacia un costado y la penetrara. Desde un comienzo la cogí con intensidad; ella gemía sin restricción alguna, estábamos tan lejos de la playa que sería difícil que nos escucharan. A pesar de que el grado de excitación era alto, nos resultaba difícil coger y flotar al mismo tiempo. Por ratos nos hundíamos, pero jamás dejamos de movernos. Llegó un momento en que saqué mi pene de ella y le pedí que se diera la vuelta. Tomé mi pene entre mi mano y lo conduje, esta vez hacia su culo. Ella apretó las nalgas cerrando la pequeña entrada.
    
    -¿Qué haces? … por ahí no – Dijo ella mientras hacía esfuerzos para mantener el flote.
    
    -Acuérdate nuestro trato, ¿o quieres terminar en la puta ...
    ... calle?
    
    Ella accedió, pero me pidió que fuera muy despacio y delicado ya que jamás la habían cogido por el culo. Empecé a introducir mi pene de a pocos, preguntándole siempre si estaba cómoda o si sentía dolor. Ella me orientaba, me decía en que momento parar, en que momento sentía le estaba haciendo daño. Sin embargo, mi excitación fue acrecentándose y por ello mis movimientos fueron adquiriendo mayor grado de brusquedad. Ella dejaba escapar unos desgarradores gritos; los intercalaba con unas entrecortadas palabras que me pedían detenerme. Pero yo estaba cegado, nublado, no podía dejar de cogerla. Lamentablemente no la pude coger por el culo por un rato muy largo, ya que fue tanta la excitación que terminé corriéndome antes de lo que pensaba.
    
    Se acomodó nuevamente el bikini y nadamos a la orilla. Le dije que no era conveniente llegar juntos al departamento, por lo que ella se iría sola y yo llegaría al rato.
    
    Me fui para el centro de la ciudad y compré un lindo collar para regalarle a Esperanza. Con esto conseguiría desviar la atención de todos apenas volviera al departamento y me preguntaran en dónde estaba.
    
    Una vez que volví, me senté a beber un trago con Mariano, el padre de estas chicas. Luego me bañé y salí con Esperanza a cenar. Mi plan era repetir el plan de la noche anterior. De hecho, tenía en mente repetir dicho plan todas las noches, mientras estuviéramos en el paseo.
    
    Esa noche cuando estábamos bajo las sabanas, cogiendo, Majo se levantó y nos dijo, “Respeten ...
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