1. Soy voyeur y me gusta


    Fecha: 27/02/2024, Categorías: Confesiones Autor: Teseo68, Fuente: CuentoRelatos

    A veces el hacer cosas que creemos buenas, pueden traer consecuencias inesperadas.
    
    Tengo a mi esposo y somos una pareja relativamente joven, entre 35 y 40; ambos trabajamos y tenemos un nivel económico muy bueno. Tenemos 2 hijos pequeños y debido a nuestros empleos, necesitamos una niñera para cuidarlos.
    
    Yo me encargo de contratar a la niñera; pero, por alguna razón, estás no duraban mucho. Pensé en las cosas más ridículas: inseguridad, mal comportamiento de los niños, hasta situaciones paranormales.
    
    Contraté a una joven de 19 que me recomendó una amiga. La joven estaba estudiando para entrar a la universidad y necesitaba un poco de efectivo.
    
    Al poco tiempo, vi que la muchachita estaba huraña y hablaba poco; decidí instalar cámaras de seguridad para ver que sucedía y por alguna razón, olvidé avisarle a mi esposo.
    
    Llegue a casa y la joven me dijo que ya era hora de irse y regresaría al día siguiente. Los niños estaban dormidos y mi esposo me avisó que llegaría tarde por trabajo. Decidí revisar las grabaciones de las cámaras para ver si encontraba algo inusual.
    
    Después de un rato de ver que no sucedía nada; mi esposo llegó a la casa; sólo estaba la niñera que esperaba el transporte de la escuela de los niños. Mi esposo se acercó a ella y ella no parecía muy dispuesta.
    
    La beso a fuerza y ella resistía. En un momento, el la arrojó al sofá de la sala. Le abrió la blusa y saltaron sus senos apenas cubiertos por un brasserie de media copa. De un tirón lo ...
    ... quitó y 2 pezones rosados quedaron expuestos. Mi marido se prendió de uno de ellos, chupando, exprimiendo; la cara de ella se debatía entre el dolor y el placer.
    
    Yo estaba viendo con los ojos desorbitados; me sentía enojada, pero mi vagina comenzaba a mojarse de la excitación.
    
    El se levantó y le comenzó a quitar su pantalón con todo y panty, era de encaje y hacía juego con el brasserie; sólo lo sacó de un lado, dejando expuesta una hermosa y juvenil vagina.
    
    El distinguir la mirada vidriosa y animal de mi marido mientras contemplaba a la chica, me estaba mojando más. Inconscientemente, me empecé a acariciar mi clítoris por encima de mi ropa.
    
    Lentamente, él acercó su cara al sexo de la niñera y empezó a chupar; los pezones se levantaron cuando la lengua tocó su clítoris.
    
    -Por favor, déjeme. Puede llegar alguien. Ya no por favor… -Ella gemía mientras ponía los ojos en blanco disfrutando.
    
    Él contemplaba su rostro mientras chupaba y se excitaba con su respuesta. Las manos de él tocaban y acariciaban cada rincón de la piel de la joven.
    
    Ya no pude contenerme; desabroché mi pantalón y toque mi vagina directamente; mi ropa interior estaba empapada por mis jugos; nunca me había sentido tan excitada; mi clítoris estaba duro, a punto de estallar; el solo tocarlo, me producía un placer inmenso.
    
    La niñera comenzó a temblar sin control; enterraba las uñas en el sofá y la cabeza de mi marido; gimió muy fuerte; arqueó su espalda y terminó con un gran orgasmo. Mi marido ...
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