Si me vas a follar, fóllame
Fecha: 28/02/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos
... que me miras, que te gusta verme disfrutar que mi rostro te enseñe el placer en mi carne, deseo sentirte más dentro de mí, levanto mis piernas y apoyo sobre tus hombros, tú deslizas un almohadón por debajo de mí, sobre mis riñones y sigues penetrándome, mirándome, ahora los jadeos, la respiración acelerada y los pequeños gritos envuelven la suite, después de estar unos minutos entrando y saliendo, con un fuerte empujón me las has metido tan al fondo como te es posible y la has dejado allí sin hacer nada, pero presionándola contra mí, has llegado hasta mi cérvix provocándome ese placer inesperado, ese placer que me ha hecho gritar y que tú descubres, me besas y vuelves a moverte arriba y abajo, sigues metiendo el pene dentro de mi vagina a la misma velocidad y otro grito, pero este más alto, has vuelto a penetrarme con fuerza, has vuelto a tocar mi cérvix y has hecho que vuelva a gritar aumentando en mí la locura, mis manos se apoderen de las sabanas amarrándolas y deshaciendo la cama y vuelves a retirarte y vuelves a penetrarme provocando una y otra vez los gritos de placer, al cabo de los minutos solo se oyen los gemidos y los gritos que siguen saliendo de mi boca, no me esperaba este primer polvo, no esperaba que me hicieras llegar a un orgasmo de los que toda mujer desea y pocas experimentamos, siento como hundes tu pene hasta el fondo, veo como tu rostro es fiel reflejo del mío, calor, humedad, mi vagina se contrae apretándote el pene dentro de mí y un grito exagerado ...
... sale de mí cuando siento como el éxtasis me llena.
Un éxtasis que se alarga en el tiempo, esperando con gritos de desesperación, del placer más absoluto como empieza a correrte dentro mi, como tu semen sale disparado llenando mi copa, mezclándose con los fluidos que hace ya unos segundos han inundado mi interior y que tú con cada vaivén, con cada penetración has contribuido a sacar.
Son las ocho de la tarde, cuerpos sudorosos y brillantes, la maleta en el mismo sitio después de cinco horas de sexo interrumpido, nuestros cuerpos descansan jadeantes tras una nueva sesión, las sabanas de la cama mojadas de sudor, de semen, de flujo, el olor a sexo, el olor a pasión se desliza por debajo de las puertas, vuela por el balcón abierto, miramos fijamente como el ventilador del techo sigue girando y yo me meto los dedos en mi vagina y sigo sacando del semen que has depositado dentro de mí, te miro y me parece un sueño, acaricias mis pechos y cierro los ojos, abro mis piernas una vez más para ti.
Este relato se lo podría dedicar a este hombre que me hizo tan feliz, con el que compartí una semana de pasión y que me hizo olvidar lo que era, quien era, lo que sentía por otro hombre. Algunos me llamarán infiel, bueno, posiblemente tengan razón, pero yo no lo creo, yo lo llamaría amor, eso mismo que hizo sentirme a salvo entre sus brazos cuando después de hacerme el amor descansábamos desnudos sobre la cama, no fue un simple polvo, no fueros horas ni días de sexo sin más, fue quien ...