El vecino ardiente
Fecha: 29/02/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Jose Caeli, Fuente: CuentoRelatos
... no sabes qué está haciendo porque no te atreves a mirar alrededor, pero cuando sientes su pecho caliente contra la espalda y una dureza presionando contra tu trasero, te das cuenta de que se ha desnudado.
Todavía de pie detrás de ti, toma tus brazos y los levanta alrededor de su cuello, luego se gira y comienza a jugar con tus pechos, ahuecando y masajeándolos, acariciando y pellizcando tus duros pezones rosados entre sus dedos, mientras te murmura al oído. sobre lo mucho que va a disfrutar jugar contigo y hacerte gritar de placer, sin importar que te oigan en todo el edificio.
Ahora sus manos bajan por tu vientre, acariciando la piel justo debajo del borde de las bragas, lo que te hace contener la respiración con deseo ardiente...
Tu coño está anhelante y húmedo, sus dedos están tan cerca que casi no puedes soportarlo.
Tu sistema nervioso está gritando que toque el clítoris y te dé las olas de placer que tan desesperadamente has buscado por meses, pero en lugar de eso, engancha sus dedos debajo de tus bragas y los desliza por tus piernas.
Con su voz susurrante y ronca te dice que te alejes un poco de la superficie de la mesa de la cocina y abras más las piernas, así que ahora tu hermoso trasero está completamente expuesto y estás bastante segura de que podrá ver la humedad que se ha acumulado en los deliciosos labios de tu sexo.
Eres la imagen viva de la lujuria: piernas largas encerradas en medias negras transparentes, tacones altos forzando tus nalgas ...
... hacia afuera, la entrepierna brillando, lubricada y palpitando de deseo, la suave curva de tus senos cuelgan hacía abajo sudorosos temblando de emoción.
Él está sorprendido por lo excitada que estás, es imposible ocultar.
Desliza el dedo medio inesperadamente a través de tus labios vaginales, haciéndote gritar. Alarga la otra mano y te mete el mismo dedo en la boca, diciendo que lo chupes hasta dejarlo limpio.
Es lo más sabroso que has probado en mucho tiempo.
Apenas puedes quedarte de pie, las piernas tiemblan, la respiración es superficial y rápida, y sientes tus fluidos bajándose por tus piernas.
—Por favor —le suplicas—, por favor, por favor…
Toma la punta de su polla y frota contra los labios del coño, tan cerca de donde lo necesitas y empujas las nalgas hacia atrás, buscando su penetración.
En lugar de eso, pone una mano en tu trasero y la otra comienza a rasgar el clítoris y antes de que te des cuenta ya tienes un orgasmo intenso, los jugos calientes corren por su muñeca y gotean al suelo.
El orgasmo cubre cada centímetro de tu piel, mientras sus dedos penetran en tu sexo, la casa se llena con el sonido de un jugoso coño chapoteando y con los aromas de tu placer.
Cuando finalmente saca los dedos, te hace girar y limpia los jugos fragantes que empapan su mano por toda mi cara y pechos y luego procede a lamerlos.
Una corriente eléctrica llega hasta la médula de tus huesos, el deleite de sus labios en tus pezones te llevan a suspirar de placer. ...