1. El despacho


    Fecha: 04/03/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Arfridio, Fuente: CuentoRelatos

    ... hija saboree mi más dulce sabor. De lo contrario…
    
    Aquella felación, por parte de tu hija, fue excepcional. Con cada subida y bajada de su boca, recorriendo mi polla, se podía oír claramente los sonidos de una autentica ninfómana, su saliva iba humedeciendo más y más mis huevos, hasta que empezaron a formar un pequeño charco en el suelo. Tú te esforzabas por correrte, pero sabías que no podías fingirlo. Te había visto correrte ya varias veces, y sabia reconocer cuando lo hacías.
    
    Los nervios, la situación, el querer y no poder, hacían que te empezaras a poner nerviosa, estabas húmeda pero no lograbas el orgasmo anhelado.
    
    Princesa, detente, y ayudemos a tu madre. Desnúdate y ponte detrás mía. Me lamerás el culo e introducirás tu lengua en él. Mientras tanto, esta zorrita se seguirá masturbando y probará el sabor de tu boca directamente de mi polla… Córrete antes que yo, zorra sumisa, te dije cogiéndote por el collar, y metiendo mi polla hasta el fondo de tu garganta.
    
    Te llegó el momento tan anhelado, y no sé si deseado, pero empezaste a gemir y gemir más rápido. Tus dedos humedecidos por tus flujos vaginales, hacían que fueses hacia ese punto, que tanto en otras ocasiones, te habían hecho disfrutar y desinhibirte, pero que esta vez se convirtió en un orgasmo que te hizo sentir sucia, barata.
    
    Princesa, acércate para ver como esta sumisa se va a correr. Quiero que os beséis apasionadamente, quiero ver vuestras lenguas jugar juntas. Dale que saboree a su Amo, ...
    ... compartirlo.
    
    Me corrí en vuestras bocas, a la vez que tu explotaste en tu orgasmo. Tenías, la polla de tu Amo, inundando tu cara con su semen, a la vez que tu hija te lamia, absorbía todo mi semen de tu cara, y te lo dejaba caer de su boca nuevamente sobre tu cara.
    
    Tu hija y yo, nos conocimos en la facultad, te dije.
    
    Fuimos los mejores de nuestra promoción, y yo fui el que la sacó de la calle. Yo le he conseguido todo lo que ella posee ahora en su vida. Es una relación verdadera, me quiere y yo a ella. Sin embargo, tú no eras mas que mi sumisa, la que se ha entregado toda a mí, sin obtener reciprocidad.
    
    Humillada era poco lo que te sentías, pero, sin embargo, sabías que ella, no tendría la falta de sentimiento y cariño, que habías tenido en tu vida. Que siempre me tendría a mí para abrazarla y quererla. Lloraste como una niña que perdió su juguete en no se sabe que punto de la calle. Te secaste las lágrimas, y me agradeciste poder ser mi más fiel sumisa.
    
    Gracias Amo. Quiérela y respétala. Conmigo puede hacer lo que quiera.
    
    Permaneciste sentada, mostrando tu coño y tú cara, llena de el jugo de tu amo junto a la saliva de tu hija cayéndote por toda tu cara, a las dos personas que más feliz te habían hecho sentir.
    
    Privada de todo tipo de voluntad, hundida por no sentirte persona, como un mero objeto de deseo.
    
    Correspóndele a ella como se merece. Agradéceselo como lo que eres, y complace a tu Amo.
    
    La senté sobre mis piernas, su espalda sobre mi pecho y sus ...