Mi primera infidelidad con Javier
Fecha: 05/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
... costadito, de cucharita, como me gusta tanto, tuve el tercer orgasmo. Tras el mismo se acostó boca arriba y lo empecé a cabalgar. De espaldas a él. Pero me dijo “quiero verte la cara puta”.
Giré con su verga en mi coño que vibraba y chorreaba y lo quedé mirando. Me dijo “estás muy linda y más culona”. Continuó diciendo “tu marido te ha guardado estrechita para mí y ahora voy por tu culo”.
Ya lo quería sentir atrás. Pero a la vez tenía algo de temor. Mi esposo me coge muy poco por el culo y claramente la verga de Javier, tras años de un sexo soso con mi marido, me iba a hacer doler. Pero quería ese dolor, quería sentirme una perra y me levanté un poco. Sin saliva ni lubricante, con mis manos acomodé su verga en la entrada de mi culo y poco a poco, me fui dejando caer.
La humedad que mi coño le había dejado a su verga fue suficiente. Mi excitación hizo también su parte. Me abrí muy fácilmente y los primeros centímetros de su verga entraron como si fuese la verguita de mi esposo. Me miró y me dijo “métetela toda puta de mierda”. Lo obedecí y seguí cayendo sobre su verga. Poco a poco fue entrando toda en mi culo ansioso. Estaba tan excitada que el ...
... ardor y dolor se disipó más rápido que en mi coño.
Cuando toda su deliciosa verga estuvo dentro, él empezó a empujar y a salir. Sentí como electricidad recorriendo mi espalda y tuve un cuarto orgasmo brutal, el primero por mi culo. Me puse loca, gritaba y gemía, en ese momento me importaba un carajo que me escucharan de las otras habitaciones, de los otros pisos, gritaba y gemía como una poseída.
Siguió dándome por el culo hasta que sentí que él también se venía, verlo así, con su rostro lleno de morbo y perversión, diciéndome que seguía siendo tan puta de mierda como en la universidad, me hizo llegar en un nuevo orgasmo brutal. Me oriné sobre su vientre. No lo vi venir. Mientras me contraía en el último orgasmo de la tarde mis orines me vencieron y se esparcieron sobre su vientre. Me abofeteo y me dijo “sucia de mierda”. Sentí su leche llenar mi culo.
Mantuvo su firmeza un minuto o algo más y luego la sacó. Me dijo “mi esposa me espera en casa”. En ese momento me enteré que también estaba casado. Nos vestimos y salimos. Las piernas me temblaron todo el resto de la tarde. Felizmente mi esposo llegó muy tarde tras su jueves de futbol con sus amigos.