Aída, su cuñada, el africano y el francés
Fecha: 17/10/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
Aida, una mujer de 34 años, alta, morena, delgada, con un tipazo, salió de su chalé en la sierra madrileña vestida con un traje gris, una blusa blanca, escotada, que dejaba ver el comienzo de unas grandes tetas, y unos zapatos de tacón de aguja del color del traje. Subió en su BMW azul y se dirigió al centro de la capital. El monumental atasco que se encontró no la molestó. Estaba perdida entre sus pensamientos. Se le hacía muy difícil de creer que su cuñada Soraya, viuda de su hermano Jorge, fuera la amante de su marido. Cierto que su cuñada tenía 24 años y fuera dama de honor de miss España, y que su hermano llevaba cuatro años muerto, pero ni la creía tan zorra a ella ni tan cabrón a su marido. A la cabeza le vino la despedida de soltera de la que iba a hacer su cuñada. Ni caso le había hecho al boy. Estaba más interesada en ella, de hecho, en el lavabo la había besado, y después le había dicho que antes de casarse le gustaría tener una experiencia lésbica. Por supuesto que le había dicho que no. Una sonrisa se dibujó en sus labios recordando la paja que se hiciera en la bañera al llegar a casa pensando en la que iba a ser su cuñada. Con lo de la paja se había olvidado momentáneamente de lo de su marido y su cuñada.
Después de haber aparcado el coche se fue al piso que estaba en la dirección que la había dado una amiga. Tuvo suerte, salía una mujer y pudo entrar sin tener que llamar al telefonillo. Llegó a la puerta del piso y tocó el timbre. Al ratito le ...
... abrió una rubia de más de un metro ochenta de estatura, de ojos verdes, tapada con una sábana. Era Soraya.
-Pasa, Aida. Sabía que acabarías por venir.
Aida entró en el piso. Desde luego su marido no escatimara en gastos. Le había puesto un piso de lujo.
Al llegar a la sala de estar, le dijo Soraya a Aida:
-Si estás aquí es porque te contó tu marido lo nuestro. ¿Qué te parece?
-¡¿Y aún lo preguntas?!
-¿No estás de acuerdo?
-¡¿Pero tú estás loca?! ¡Cómo voy a estar de acuerdo con que te acuestes con mi marido!
-Te informaron mal. Ya no me acuesto con él. Me acosté un mes hasta quedar embarazada! Como tú no puedes tener hijos, os lo voy a dar yo.
Aída sumó dos y dos y le salió un vientre de alquiler.
-¿Y de cuánto tiempo estás?
-De dos meses. Me late que tu marido no te dijo nada. ¿Me equivoco?
-No te equivocas, no. Pensé que eras su amante.
Soraya se quitó la sábana de encima. Fue junto a Aida, le cogió una mano, se lo llevó a vientre, y le dijo:
-¿No quieres tocar a tu hijo?
Aida vio el cuerpo de Soraya, con sus tetas medianas, redonditas, con sus pequeñas areolas rosadas y sus pequeños pezones y su sexo depilado, y se dijo a si misma que si fuera hombre también la escogería... que hostias. ¡La follaría hasta dejarle los ojos en blanco!
Aida tocó el vientre de Soraya.
-Aún no se nota nada.
Soraya le llevó la mano al coño. Lo tenía empapado. Aida miró para la sábana, volvió a sumar dos y dos y le salió que se estuviera ...