1. No quiero enamorarme


    Fecha: 08/03/2024, Categorías: Gays Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos

    Febrero del dos mil trece fue muy estresante, el jefe de logística de la fábrica falleció de repente y tras el consabido periodo de luto, la empresa publicó las especificaciones para ocupar la plaza y a pesar de que llevaba poco más de un mes como encargado me presenté, el puesto me elevaba al nivel de mi jefe en expedición, eso suponía un salario muy elevado aparte de un plan de pensiones muy completo y un seguro médico que prácticamente lo cubría todo, incluso seguro dental. Soy diplomado en empresariales, había hecho un máster en logística y gestión de la cadena de suministros en la universidad y había obtenido el título de Técnico Superior en Transporte y Logística de la Junta de Andalucía, además tengo el B2 en inglés, estaba de sobra capacitado. Tuve que realizar varios viajes a Madrid a la sede central de la compañía donde me hicieron varias entrevistas, pase un mes muy duro pero al final, cuando me comunicaron que el puesto era mío todo mereció la pena, pasaba a la “planta noble” de la fábrica, aunque lo de noble es un decir nunca he visto tantas puñaladas traseras, un edificio de oficinas rodeado de jardines donde ocupé un enorme despacho, pasaba a depender directamente del director comercial y tenía a mis órdenes al jefe de tráfico.
    
    Santiago me invitó a acompañarle a un duatlón ese fin de semana y como mi mujer tenía guardia acepté, así me despejaría un poco antes de hacerme cargo de mi nuevo puesto, me esperaba una tarea complicada hasta que me pusiera al ...
    ... día.
    
    Quedamos en su casa muy temprano, como era en un pueblo cercano de la provincia de Huelva iba el mismo día, en la puerta había aparcada una Mercedes sprinter negra de cuatro puertas, era una preciosidad con los cristales oscurecidos y las llantas de aleación.
    
    - Holaaa – Santiago estaba dentro de la furgoneta.
    
    - Hola.
    
    - Te lo montas bien ¿es tuya?
    
    - Sí, era una ambulancia, la compré en una subasta de una empresa que dio en quiebra.
    
    Estaba muy bien acondicionada, era de techo alto así que cabíamos de pie, tenía un soporte para llevar hasta tres bicicletas, en ese momento estaba sujetando la de montaña ya que el duatlón era de cros, tiene otras dos, una de ruta con adaptaciones al triatlón y otra específica para triatlón, las tres son Orbea, por lo visto un dineral en bicicletas. En la furgoneta llevaba repuestos y herramientas para solucionar cualquier imprevisto que le surgiera aparte del equipo personal, incluso me comentó que algunas veces había dormido en ella poniendo un colchón hinchable.
    
    La competición fue bien, Santiago estaba contento, había quedado cuarto en su categoría pero el nivel según me contó era muy alto, almorzamos en el pueblo y volvimos para casa.
    
    La furgoneta tiene tres asientos delante, a la ida yo me había sentado en el mas próximo a la puerta pero a la vuelta me senté junto a Santiago, se había cambiado para almorzar pero no se había duchado, se había secado con toallas y se había colocado un chándal, yo lo había presenciado, su ...
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