Un secreto guardado durante décadas
Fecha: 16/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Patricia377, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Martín Roldan. Respondí a mi celular:
“¿Hola?”
“Martín, soy yo.”
Era Sofía, mi hermana mayor. Su voz sonaba tensa.
“Hola Sofía. ¿Qué pasa?”
“Se trata de papá. Empeoró. Tenía que avisarte.”
Me atemoricé. Mi padre acababa de cumplir 68 años. Hace tres meses sufrió un infarto. Se sometió con éxito a una cirugía de triple bypass, permaneció en el hospital durante una semana y luego fue dado de alta cuando su condición se estabilizó.
“¿Qué pasó?” pregunté. “Estaba bien cuando lo visité después de que le dieron de alta.”
“Lo sé. Pero, esto... se deprimió. El doctor dijo que tuvo un derrame cerebral.”
“¡A la mierda!”, exclamé Martín. “Pero solo la semana pasada el médico estaba seguro de que estaba bien. Pensé que se había recuperado y que estaba bien en casa.”
“El está en casa. Quiero decir, en la de tío Sergio, por supuesto. Supuestamente, el accidente cerebrovascular fue menor, pero con su mala salud, incluso un accidente cerebrovascular menor es algo muy grave.”
"Entiendo, sí... eso es malo", respondí. Sabía que mis padres se habían mudado con sus amigos los Espósito después de su operación.
Mi padre siempre ha sido la persona más fuerte en su matrimonio. Él era la roca a la que se aferraba mi emocionalmente frágil madre. Recordaba desde muy joven que mi madre nunca fue buena para lidiar con el estrés. Entonces, cuando su esposo tuvo un ataque al corazón, no es de extrañar que recurriera a su vieja amiga Mariana Espósito y su ...
... esposo Sergio.
Aunque no están emparentados por sangre, siempre han sido amigos de la familia. Sofía, mi otra hermana Teresa y yo considerábamos a los Espósito casi como parte de la familia. Todos crecieron llamándolo tío Sergio y a su esposa tía Mariana.
“Sí. Esto es malo, Martín. Nunca lo he visto así. Debes venir. Papá realmente nos necesita en este momento, mamá también.”
"Estoy seguro que sí", estuve de acuerdo. “Está bien, déjame tratar con Daisy. Aunque no estoy seguro de que pueda dejar su trabajo. Tal vez iré yo solo.”
“Bueno. Date prisa si puedes. Papá no está bien.”
“¿Cómo está mamá?”
Hubo una pausa antes de que Sofía respondiera vacilante:
“Ella está bien.”
Eso suena extraño, pensé. Esperaba que me diera más detalles. En cambio, hubo otra larga pausa antes de que Sofía dijera en tono serio:
“Necesito hablar contigo sobre algo. Es muy importante.”
“¿En serio? ¿Sobre qué?”
“No quiero hablar de esto por teléfono. Nos vemos cuando llegues aquí. Sólo envíame un mensaje de texto cuando llegues. Necesito hablar contigo a solas antes de que veas a papá.”
“Suena misterioso. ¿No puedes darme una pista?”
“Solo ven rápido. Te pondré al día cuando llegues aquí.”
“Bueno. Hasta pronto entonces.”
“Gracias, Martín. Te lo agradezco. No puedo esperar a verte.”
“Yo también Sofía. Te veo pronto.”
Colgué. Fue un final extraño para mi conversación. No podía imaginar que no pudiera adelantarme algo por teléfono. Tendré que averiguarlo más ...