Chantaje a mi puta perra (X) - Relatos Eróticos

Chantaje a mi puta perra (X)

... me ha hablado de ti, ¿Qué vas a tomar?

Se quedo un poco parada, pero lo que menos se pensaba es que Jara nos hubiese puesto al día de quien era.

-Ana. -Algo sin alcohol, gracias.

-A que esperas Jara, ya la has oído, y a mí no me pongas nada.

En ese momento si se puso roja y miro a Jara con mala cara.

-No la mires así, si se han ido todos es porque yo se lo he pedido, porque ellos no saben que eres la sumisa de esta puta, (se puso a temblar), pero yo sí, porque lo que no sabes es que ella me pertenece y si está contigo es porque yo la autorice, pero en su día le dije que no te dijera nada, (mentira, pero quería dentro de lo fuerte que le estaba resultando, fuese lo más suave posible).

-Ana. -No creo que…

-Desnúdate tetona.

Y no había durado vestida ni cinco minutos, se desnudó, quedándose solo con la ropa interior.

-Ana. -Me voy…

-Tú no vas a ningún sitio, pero no pienses mal, yo no te voy a obligar a nada, pero si te vas, será la última vez que hables con ella, y puedes estar tranquila porque nadie sabrá nada de lo perra sumisa que eres, yo jamás hago daño a nadie, porque cada uno es libre de ser y sentir como desee, pero que te quede claro que ella es mía por voluntad propia, y te aseguro que, puesta a decidir, se va a quedar conmigo.

-Ana. - ¿Eso es cierto?

-Jara. -Si

-Antes que decidas que hacer, tomate la copa y recupera la tranquilidad, pero por el contrario si aceptas quedarte, todo seguirá igual, e incluso mejor, porque ella ...

... seguirá siendo tu Ama, pero a la vez las dos seréis mías.

-Ana. -Pero ella sabe que yo no me puedo exponer Señor.

En ese momento vi que había claudicado, por las ganas que traía o porque simplemente lo deseaba, pero eso me daba igual.

-Desnúdate.

Más tranquila, lo hizo se sacó la falda beige que traía y la blusa a juego, quedándose con un juego de lencería de encaje y seda blanco y unas medias beige, y unos zapatos de tacón de unos 10 cm.

-Ana. -No soy virgen Señor, pero jamás he estado con un hombre.

-Lo sé, es toda tuya tetona, espero que no me defraudes.

Esto último lo hice esperando que supiera lo que quería decir.

Y lo supo…

Se sentó en el sofá y abriéndose de piernas.

-Jara. -Pues tú decides Ana, o me comes el coño ahora mismo, o te vas.

No hizo falta más, se fue a poner de rodillas, pero Jara que me había entendido muy bien, le dijo que no, que la quería de pie.

Y conforme metió su cabeza en el coño de Jara, yo me puse detrás de ella, viendo como Jara la cogía de los brazos, me bajé los pantalones y apartándole la braga, que con el culo que tenía parecía un tanga, y se la metí, en un coño nada seco, la muy guarra estaba excitada.

-Ana. -Agg, uhmm, gracias Señor.

Jara puso cara de sorpresa, porque no esperaba esa reacción, por lo que se relajó y soltándole los brazos llevo sus manos a la cabeza de Ana y se la hundió aún más en su coño.

Y durante un rato, solo se oían gemidos.

-Ana. - ¿Me puedo correr, Ama?, aggg.

En ese ...