Chantaje a mi puta perra (X) - Relatos Eróticos

Chantaje a mi puta perra (X)

... momento le solté un azote con todas mis ganas, que hasta me dolió la mano.

-No te has enterado puta, aquí solo hay un Amo y soy yo

-Ana. -Lo siente Amo, puedooo aggg no aguantooo.

-Córrete puta.

Y las dos se corrieron a la vez, pero yo aun no, asi que, apartándola del coño de Jara, cogí a esta última y poniéndola a cuatro patas en el sofá y como castigo por haberse corrido sin mi permiso y haciéndoselo saber, le desvirgué el ano, y se lo rompí, porque estaba húmedo de todos los jugos, pero estrecho, pues me costó.

-Jara. -Aggg nooo, lo siento Señor.

Pero no le hice caso, pero quería que disfrutara.

-Metete debajo de tu Señora y cómele el coño.

Rápidamente y con una cara de deseo y entrega y de eso entiendo bastante, se metió entre Jara y yo y no sin trabajo empezó a comerle el coño.

-Podéis correros cuando queráis…

Y casi a la vez nos corrimos los tres, y como quería ver si mi intuición no me engañaba, tal y como saqué la polla del culo de Jara, se la puse delante de la cara a Ana sin decirle nada, y no me equivocaba, era algo más que sumisa.

Se la metió en la boca y no para hasta dejarla limpia, y aunque no tenía mucha experiencia, casi consigue que me empalme otra vez y eso después de todo el día iba a ser un milagro.

-De rodillas junto a tu sumisa.

Cuando las dos estaban de rodillas y Jara sabiendo lo que iba a pasar, puso mala cara, pero no dijo nada. Me mee en las dos, pero mientras Jara cerraba los ojos y apretaba la boca, Ana ...

... miraba y abrió la boca, empezando correrse otra vez.

-Ana. -Lo siento Amo, no he podido evitarlo, nunca me he corrido asi.

Quería seguir investigando…

-De rodillas al sofá guarra, vas a aprender a obedecer, con el culo fuera.

Me quite el cinturón

-Cuéntalos

Y mientras Jara no salía de su asombro, Ana los contaba y en ningún momento se quejó, y al llegar a veinte pare.

-Sentaros las dos.

-Ana. - ¿Puedo estar de rodillas Amo?, no creo que me pueda sentar.

Me reí dándole la razón y le dije que sí, mientras que Jara se sentó junto a mí.

-No eres lesbiana, no sé porque jamás has estado con un hombre ni me importa, y ademas te va el sado, te gusta el dolor y la humillación.

-Ana. -Es la primera vez que me tratan asi, pero si, lo he soñado muchas veces, pero ni cuando pagaba, porque supongo que eso también lo sabe, me atrevía a pedirlo.

-Ahora estas a tiempo de pensarlo, si no quieres seguir, estas a tiempo de irte, podrás seguir siendo la sumisa de Jara, pero ella siempre a partir de hoy me tendrá que pedir permiso a mí.

-Antes de que digas nada déjame terminar, porque lo que te voy a decir no es negociable, si deseas continuar, te puedo dar todo y más de lo que deseas, pero eso tiene su precio, porque todos con los que te has cruzado al llegar me pertenecen, ellos no saben nada de ti (mentí), pero si aceptas serás una más, pero ten por seguro que ninguno dirá nada ti, porque ellos al igual que tú, tienen que callar.

-Ana. -Me gustaria seguir ...