Katrina
Fecha: 03/08/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Gab, Fuente: CuentoRelatos
... con ciertos movimientos se le ajustaba al pecho, y dejaban ver una silueta muy voluminosa. No hay que decir que se convirtió en el tema principal de mis pajas.
Con el nacimiento de mi hijo, las cosas no fueron a mejor, noches sin dormir, más peleas, y más irritación.
En el trabajo yo ya sabía que no iba a durar mucho, las cosas con mis jefes tampoco iban bien. Finalmente acordamos que yo marchase, de mutuo acuerdo. En 2 meses sería historia. Como despedida, salimos algunos compañeros de trabajo por Ámsterdam. Katrina vino también. Para no alargarlo, resumo: fiesta viernes, copas, baile, y 1 de la mañana. Katrina había estado pegada a mi toda la noche. Algo contentilla, se me acerca y me dice: "Me voy, mejor irme ahora antes de que pase algo raro". Solo habíamos bailado y reído juntos, nada raro, pero este comentario hizo saltar las alarmas. Yo, borracho, la seguí al ropero, y allí la cogí del brazo y le pedí que me diese un beso. Ella se negó, pero yo insistí. La agarré, no la dejaba marchar y le pedía solo un beso. Ella me decía que no, que quería a su marido y que no quería ponerle los cuernos. Cuando la dejé ir, se fue corriendo. Me di cuenta de mi cagada.
El lunes fue tenso. Hablé con ella a solas, le pedí perdón, le dije que con mi mujer las cosas iban muy mal, pero no era excusa, le había sido infiel. Ella asintió. Me perdonó, pero obviamente en el mes que me quedaba en el trabajo, no comí con ella, y apenas hablamos. La despedida fue fría.
Yo encontré un ...
... nuevo trabajo a los 5 meses, donde me sentí muy bien. Sin embargo la relación con mi mujer no mejoró. Nos separamos a los 6 meses.
Con Katrina no tuve más contacto. Me dediqué a la vida joven. Siempre había sido atractivo, deportista y encantador. Volví a salir de fiesta, conocí mujeres, y también hice alguna visita al barrio rojo de Ámsterdam.
Entonces, 2 años después de dejar mi anterior trabajo, y de mi último contacto con Katrina, me llegó un mensaje suyo. Tenía que ir a una reunión a mi edificio (donde había varias empresas). Según parece me había espiado en las redes sociales, y sabía dónde trabajaba ahora. Me dijo si me quería tomar un café, a lo que dije que sí.
Era verano. La vi llegar en un vestido blanco estampado con flores. Sin escote pero marcando volumen de tetas y un buen culo. Pelo recogido. Habían pasado 2 años, ella tenía ahora 36 y yo 33, pero se mantenía muy bien (no tener hijos te permite esto). Fuimos a tomar café y hablamos como en los viejos tiempos, ninguno mencionó el "incidente", pero yo noté alguna mirada suya... la soltería me sentaba bien, y estaba contento en el trabajo. Estoy seguro que algo estaba pasando por su cabeza. Me contó (otra vez) que estaban intentando tener hijos, ella con 36 ya estaba nerviosa, pero su marido tenía 46, y parece que su época fértil había visto mejor vida. Nos dijimos adiós, pero retomamos el contacto por Whatsapp. Yo estaba libre, sin ataduras relacionales, y muy juvenil, así que tenía poca vergüenza.
Una ...