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Mi primera vez en un club de caballeros
Fecha: 06/04/2024, Categorías: Anal Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... su hermoso culo que me tenía bien parada la verga. Y como estos lugares son bastante oscuros, le tomaba las piernas y por unos segundos la convencí de que me dejara mamarle las tetas, con la promesa que iríamos al baile privado. Ella en ese afán de excitarme y sacarme todo el billete posible, mientras me besaba los lóbulos me decía y hacía la pregunta: - Se siente grande tu verga… ¿Cuánto mide? – me preguntó. - Veinte centímetros más o menos. -le contesté. - Ahora tú me tienes excitada… me gustaría que tú me hicieras un baile privado. - Cuando tú quieras. La verdad que estas chicas son toda una tentación. Natalia en ese momento solo vestía un pequeño bikini rosa, zapatos de tacón, una camiseta sin mangas y obviamente no llevaba brasier. Se sentó a un lado en el mismo sillón y me comenzó a masajear la verga sobre el pantalón. De repente se agachó y me dio un pequeño masaje con su boca sobre mi verga aun cubierta por mi ropa. Obviamente me tenía al borde, pues no solo su cuerpo es rico, esa carita coqueta es un complemento de todo ese erotismo. Llegó el turno de ir al baile privado que le había prometido y nos encerramos en un cuarto donde me hizo sentar en una especie de banco y había espejos alrededor, inclusive en el techo tenía espejos para no perderse ningún ángulo de este erótico espectáculo. Por los minutos transcurridos y por lo que habíamos vivido hasta el momento tenía más confianza para tocarla. Me puso ese rico culo cerca de mi cara y podía ver esos ...
... micro vellos sobre su piel, que le besé sus nalgas y ella me dijo. - Ten cuidado, que nos pueden ver y no quiero tener problemas con el dueño. - Disculpa… es que tienes un culo muy hermoso que se me antojó hacerlo. - Solo ten cuidado. – me repetía. La segunda melodía comenzó y fue en ese instante que Natalia quedaba totalmente desnuda y me di gusto chupando sus tetas que se sentían firmes con un pezón mediano y redondo. Luego llegó el momento sorpresa que esta chica me ofreció, se paró con sus piernas abiertas sobre la banca y encorvó su cuerpo sosteniéndose con un poste de metal que atravesaba el techo y que es pensado para estos propósitos y me puso su panochita frente a mi cara. Se la chupaba mientras Natalia movía su pelvis como si se estaba cogiendo mi lengua. Creo que el guardia de seguridad que caminaba el pasillo nos vio, pero me importo poco, me di el gusto de meterle la lengua a esa panochita que sabía a dulce y con un olor mezclado al perfume que vestía Natalia. Por más está decir que tenía la verga bien parada y mis huevos a punto de explotar. Ya a esta edad de 45 uno tiene más control y en mi caso disciplina con las finanzas, pues cualquiera se vuelve adicto a este tipo de experiencias. Ya le había dado 60 dólares a esta chica en término de veinte minutos y tenía como refuerzo que no pagaría más de eso para que me dejaran con las pelotas hinchadas. Salimos del privado y yo ya tenía la idea de despedirme de Natalia y nos sentamos en el mismo rincón y ...