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Horas extra
Fecha: 19/10/2018, Categorías: Gays Autor: Pepillo, Fuente: CuentoRelatos
Nancy era una compañera del lugar al que entré hace unos días como community manager. La primera vez que la vi no me di cuenta de que era el tipo de chica con las que me gustaba acostarme. Era un poco más baja que yo, morena, de cabello castaño, de cara muy simple y redonda, con ojos grandes y labios carnosos, de esos que son buenos para besar y dar mamadas, de cuerpo era delgada y sus senos eran medianos aunque sin importar la ropa que se pusiera siempre resaltaban y su culo era paradito sin ser voluptuoso, pero a pesar de eso era una delicia agarrarlo. La oficina era de una sola planta y en la parte de atrás tenía un cuarto en el que se guardaba la papelería y material de oficina; uno de mis compañeros me había comentado que era buen lugar para darse encerrones ya que las paredes eran gruesas, además de que había una mesa que facilitaba mucho coger ahí adentro. Hubo un día en el que nos quedamos solos hasta tarde pues yo tenía pendientes y ella debía ayudarme; nunca habíamos convivido tanto sino hasta ese día que estuvimos hablando de cosas muy irrelevantes como el lugar donde estudiamos. Por alguna razón tuvimos que ir al cuarto de papelería por material; tomó una escalerilla y buscó en la parte alta de un anaquel, por lo que sus nalgas quedaron a la altura de mi cara y cuando se estiró para buscar el material su blusa dejó al descubierto su cintura revelando su ropa interior azul turquesa que sobresalía de su mayón negro. Fue como si me hubieran hipnotizado; ...
... siempre me ha gustado ese color en la ropa interior de mujer y más me gustaba verla en nalgas ricas, como las de Nancy. -¿Me vas a ayudar o me vas a ver el trasero? - dijo ella mirándome. Me había distraído tanto con su culo que no me di cuenta de que me veía. Por un segundo no supe qué responder, pero con el paso del tiempo y los acostones había aprendido a ser valemadres en esos momentos. -Voy a ver tu trasero - le dije - está bonito. -Qué descarado eres - dijo bajando de la escalerilla y tirando el material al suelo. -No te enojes - le dije tomándola por la cintura y jalándola hacia mí - sólo las vi un ratito, y también tus calzones. No sé qué efecto tuvo eso pero en absoluto le desagradó ya que no se opuso cuando la rodeé por la cintura con ambas manos y me sonrío. -¿Te gustan mis calzones? - me preguntó rodeando mi cuello con sus brazos y mirándome fijamente a los ojos. -Me gusta el color. -¿Quieres verlos? No respondí pero mi cara debió ser muy graciosa para que ella riera, me sentó en la escalerilla y poco a poco bajó su mayón descubriendo su bóxer cachetero, se giró y me enseñó sus deliciosas nalgas. -¿Te gustan? - me preguntó moviéndolas de forma sugerente. -Muchísimo - dije sin quitar la mirada de su culo. -¿Quieres ver más? - -¡Sí! - le dije emocionado Volteó hacía mí y lentamente los bajó desnudando su vagina, mostrándome sus labios vaginales salidos y un triángulo de vello que terminaba en el clítoris. La visión de su sexo, ...