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Horas extra
Fecha: 19/10/2018, Categorías: Gays Autor: Pepillo, Fuente: CuentoRelatos
... tan suculento y apetitoso me puso la verga dura. Se quitó su blusa blanca mostrando su brassiere del mismo color del cachetero, lo desabrochó por el frente y lo dejó caer detrás de ella dejando sus senos desnudos con los pezones erectos. -Qué rica estás - le dije mientras la observaba acariciando sus senos y su vagina. -¿Me vas a enseñar tus calzones? - me dijo sonriendo de manera lujuriosa. Casi como una orden, desabroché mi pantalón enseñándole mis bóxers que se veían abultados por la erección. Se acercó a mí y acarició mi pene por encima de la ropa interior, levantó la cabeza y me besó suavemente mientras seguía acariciando mi verga; mordía mis labios con delicadeza y metía su lengua en mi boca buscando la mía mientras acariciaba sus piernas y subía poco a poco mi mano hacía su sexo; entendió lo que quería hacer y abrió levemente sus piernas para que subiera. Acaricié suavemente sus labios vaginales aprisionándolos en mis dedos y bajándolos hasta la entrada de su vagina. Tomó mi mano y la llevó al clítoris y sin soltarla guio mis dedos formando círculos sobre él. -Ahí me gusta. -Ya estás mojada - le dije. -Tú haces que me moje. Puso una pierna sobre la escalerilla mostrándome su vagina que tenía un leve brillo por la humedad. Tomó mi cabeza y la pegó contra su sexo. La lamí de arriba a abajo y sentía sus fluidos escurrir poco a poco hacia mi boca. La agarré de las nalgas y la pegué más hacia mí hundiendo la cara por completo en ella, llevando los ...
... labios vaginales a mi boca. -Qué rico - me dijo mientras movía su cadera frotando su sexo contra mi boca - acuérdate dónde me gusta. Llevé mi lengua a su clítoris y lamí despacio dibujando círculos y succionándolo haciendo que de su boca escaparan leves gemidos. Con las piernas temblándole, se arrodilló frente a mí, quedando mi miembro frente a su cara y lo tomó. -Se ve bien rico - me dijo jalándolo sin dejar de mirarlo. No dio tiempo ni de hablar cuando ya lo había metido en su boca llegando casi hasta la base y lo sacó para lamer la punta. Estaba tan caliente que no me importaba si me lo mamaba, la levanté y la jalé hacia mí para sentarla sobre mi verga que entró con facilidad por la humedad de su vagina. La tomé por las nalgas y comencé a moverla; ella se aferró a mi cuello y tomó el control de los movimientos subiendo y bajando sobre mi pene, bañando mi miembro con sus fluidos. Me miraba fijamente a los ojos mientras se movía y dejaba escapar pequeños gemidos que se mezclaban con su respiración entrecortada. Lentamente bajé la cabeza a sus senos y metí la cara entre ellos besándolos y mordiéndolos y sintiéndolos rebotar en mi cara por los sentones sobre mi verga. -¡No pares! - grito cuando metí un pezón en mi boca y lo mordí suavemente. Con una mano seguí sosteniendo su culo mientras que con la otra apreté la otra teta. Sin soltarse de mi cuello, echó su cuerpo hacia atrás quitando sus tetas de mi cara. No perdí tiempo y mientras seguía moviéndose, con la ...