Miguelito, lo que te pudiste comer por siempre y la cagaste
Fecha: 03/08/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Alexa, Fuente: CuentoRelatos
... me hizo sentir algo en mi entrepierna pero Miguel no dijo ni hizo nada.
Subimos en el coche y me pasé el cinturón entre las para seguir dándole buenas vistas. Volvió a hablarme y volvimos a sentirnos cómodos los dos, rebasamos un tráiler y su conductor echó la típica mirada de vehículo adelantado y tocó el claxon, supongo que agradecido a lo que acababa de ver. Antonio se preguntó por qué le había tocado el claxon y se lo conté.
-Buf, no aguanto más, necesito juegues con mi miembro que ya te lo pide a gritos -me pidió
La verdad es que ya lo deseaba desde la tarde y empecé a acariciar su pitote y su pierna. Nada más rozarlo se le puso durísimo y eso me encantaba me hacía desearlo más y más. Pobre Miguel, pensé. Seguro que lleva dos horas reprimiéndose. Solo podía tocarle por encima de los bermudas pero parecía que era suficiente. Gemía y conducía. Al entrar en Playa y para en el primer semáforo de Centro Maya, se abalanzó sobre mí para besarme. Sin preguntar me llevó a su depa. Metió el coche en el estacionamiento y nada más bajando del coche se abalanzó sobre mí, metiendo sus manos por mi escote abierto, agarrando mis tetas con una pasión y excitación desbordante, su lengua se entrelazaba con la mía. Me fue empujando hasta el ascensor sin dejarme ni siquiera sacar mi bolsa del coche. Sin mirar, me empujó dentro, pulsó el botón de su piso y se arrodilló para hundir de nuevo su cabeza en mi panocha ya empapada otra vez.
Nada más entramos a su departamento sin ...
... haber cerrado completamente la puerta mi vestido ya estaba en el suelo ahí estaba yo desnuda empapada y convencida de que me llenaría de placer, me cargo y me llevó hasta su cama. Me dejó caer mientras se desnudaba a una velocidad increíble, dejándome ver su pito completamente parado cabezón y venudo rico como me gustan grandes. Separando mis piernas la puso en la entrada entre mis labios y me penetró lentamente, fue lo único suave. A partir de ahí fue aumentando el ritmo, me cogia como si fuera el última vez. Notaba como sus huevos me golpeaban en la cola, me la metía entera en cada va y ven. Mi concha no dejaba de lubricar más y más hasta que empezó a escucharse el chof, chof de lo empapada que estaba, sus ojos estaban cerrados y su rostro colorado por el esfuerzo, gemía en silencio, yo lo disfrutaba y veía su cara, yo me sentía en la gloria siendo cogida y sentir como me penetraba de esa forma tan salvaje y apasionada.
De repente paró y me preguntó si tomaba pastillas algo así, le dije que no y que ya era muy tarde para preguntarme sobre eso, lo sujete con mis piernas dándole más profundidad, él sabía que se vendría dentro de mí y que de la forma como yo lo jalaba hasta al fondo ahí los quería todos hasta la última gota, así que empezó más fuerte y ahora si gemía con fuerza yo empecé a gemir de la misma forma y estaba teniendo yo un orgasmo explosivo sentía como crecía su pito dentro de mi cada vez más hasta que empecé a sentir sus espasmos dentro de mí... es lo más rico ...