Feria
Fecha: 14/04/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos
... gritaron, se abrazaron y se besaron delante de mi haciendo que mi polla alcanzase una nueva erección.
Desde la primera vez que la vi, una de mis fantasías había sido sodomizar a Carla, la hermana de mi ex. Si los pantalones vaqueros ajustados anunciaban un culo de infarto, verla desnuda superó todas las expectativas. Así que aprovechando que seguía en el suelo recuperándose del polvo con Olivia me tumbé junto a ella y comenzamos a besarnos. Le susurré al oído cuales eran mis intenciones y, lejos de negarse, me agarró la polla para comprobar su estado.
Olivia se había sentado en el sofá, con el culo muy al borde del asiento. Abrió las piernas y ofreció su coño peludo a su amiga. Carla, se colocó a 4 patas con la cabeza en la entrepierna de la dueña de la casa. Yo me coloqué detrás de mi ex cuñada con la polla entre sus nalgas. Aproveché sus fluidos vaginales para lubricar su culo antes de colocar el capullo en su entrada.
Sin apenas esfuerzo, al primer empujón la cabeza de mi polla franqueó el anillo del esfínter lo que Carla acompañó de un grito transformado en gemido de placer al paso de mi rabo hacia su interior. Nos acompasamos los tres de manera que con cada golpe de cadera mio la cabeza de la chica iba al coño de su amiga.
Olivia la agarró del pelo para acercar su coño a la boca. Movía su cadera sobre su cara dandose placer con la ...
... lengua de su amiga. Y yo, agarrado a las caderas de Carla, comencé a darle por culo con ganas. Entre la respiración entrecortada de Olivia, los bufidos mios por el esfuerzo y los gemidos guturales de Carla sintiendo mi polla abrir su culo comenzamos una tremenda follada.
Fui yo el primero en derramarme abundantemente en el interior de la hermana de mi ex. Sentí como, al menos, tres chorros de lefa espesa y viscosa inundaba los intestinos de Carla. Ella le comió el coño a su amiga hasta que ésta gritó de gusto por el orgasmo que le había provocado. Finalmente fue ella, quien se llevó los dedos a su clítoris para terminar en un espectacular orgasmo sintiendo el flujo de Olivia en su boca y mi semen en su ano.
No recuerdo en qué momento quedamos dormidos en los sofás de aquel piso. Ni siquiera cuando los amigos gays de Olivia nos abandonaron, por cierto, nos debieron ver desnudos a los tres. Sobre las 4 de la tarde, el calor empezó a despertarnos. La estancia olía a sudor, sexo y vicio. Nuestros cuerpos habían transpirado todas las sustancias que habíamos consumido y el ambiente estaba cargado. La resaca fue brutal.
Tres décadas después, estoy casado con Natalia y tenemos 3 hijos. Carla es mi cuñada y Olivia una de nuestras mejores amigas. Lo que pasó en aquel piso de Triana sigue siendo un secreto entre nosotros tres y los dos amigos de Olivia.