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Compartir piso confinados
Fecha: 27/04/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... noche cada uno cenó por su lado. Yo dormí muy bien. El día siguiente tenía un día de reuniones bien largo. Desayunamos juntos, aunque poco habladores. Ella seguía vistiendo con la misma poca ropa. Me rozó con el culo un par de veces al pasar. Y no pude evitar mirar detenidamente esas tetas que había tocado pero no visto al descubierto. -¿Hoy tenías muchas reuniones? - me preguntó desinteresada. -Sí, qué mierda. -Es lo que hay. Yo tengo mucho curro. Ayer no hice mucho - pensé que era sarcasmo, pero tampoco quise meter cizaña. Recogimos y fuimos a nuestros respectivos rollazos. Yo pasé la mañana recordando la tarde anterior. Estaba algo excitado, aunque tampoco podía hacer demasiado con ello. Estaba tan absorto que no me di cuenta de que Alba había entrado. Pero no lo hizo caminando, sino que gateó hasta mi escritorio y se metió entre mis piernas y me agarró la polla. Rápidamente me aseguré de que el micro estaba silenciado y, sin mirar, pregunté: -¿Qué haces? -Hago unas comprobaciones - dijo burlona -. Ayer solamente la vi a medias. Ahora veo que está más viva. ¿Hay alguna buenorra en la reunión? -Ahora sí - contesté. -Je - me acariciaba la polla y se estaba comenzando a poner muy dura. Y me estaba incomodando. Era difícil mantener la compostura de cara a la cámara mientras tenía a esa zorra entre las piernas jugando conmigo. -No es buena idea - le dije. -Me tengo que vengar. O igual es devolverte el favor - añadió. Comenzó a bajarme los ...
... pantalones de chándal. Le ayudé simulando que me sentaba bien. -Vaya, vaya. Qué pollón. Has tenido que dejar muchos coños bien follados con esta herramienta. Me empezó a pajear y quería morirme. Sin poder gesticular. Su mano estaba caliente y en sus ojos solamente había promesas de guarradas. Me moví para que pudiera trabajar sin estorbarle. -Creo que tengo que probarla. Se arrodilló un poco más alto, miré que no se viera nada, y comenzó a lamerme la punta de la polla. Qué lengua. Sin mover la boca, comencé a gemir con sus lametones. Me comenzó a comer con toda la boca y yo notaba cómo se ponía tan dura que parecía que fuera a explotar. -Creo que te gusta - me decía entre lamidas -. Soy muy buena chupapollas. Y me voy a esforzar porque tu mamada de ayer también fue espectacular. Fue haciendo la mamada cada vez más intensa hasta que yo comencé a notar que se acercaba mi orgasmo. Apagué la cámara, me quité los cascos, y me puse cómodo para gozar. Alba fue comiendo hasta que yo me comencé a tensar intentando aguantar un poco más. -Me voy a correr - le dije con voz tensa, pero gustosa. Ella no contestó y siguió chupando hasta que comencé a correrme en su boca. Ella tragó con todo, excepto una parte que caía por la comisura de sus labios. Al acabar, se limpió todo con un dedo y lo lamió también. Yo estaba exhausto en ese momento, flipando con la situación. No había soltado todavía la polla y me miraba como una gata en celo. Yo estaba pensando si eso iba a ir a ...