Cogiendo a la amante de mi mujer
Fecha: 28/04/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... pareja dijo.
-Quiero seguir con vos, ser tu mujer, ni loca quiero perderte, te lo dije, estoy arrepentida y quiero, necesito que me perdones.
-No te voy a mentir, te amo, como el primer día, y no me molesta que te veas con Gina, solo me jode y mucho, que no seas franca, honesta. Aún ahora, no lo sos. Tenes fantasías que no queres decir. Eso me hace dudar de seguir o no. Es mi realidad. Entonces, con dudas no quiero seguir. Una pena Mariana.
-Es que… Julio… amor… tengo dos fantasías: una que me rompas el culo, nunca te deje, y la otra… lo hable con Gina… es… que me cojas mientras la cojo a ella, y que nos cojas a las dos… por todos lados…
-Mmm, que interesante. Tu amiga no está nada mal. Sería un placer cogerla. Podemos armar algo… Pero… en la forma que yo quiera… como yo quiera…
-Ehh, ¿y cómo es eso?
-Sorpresa. Ahora, todo depende de vos, y tus decisiones. Mañana a la noche, salimos a cenar los tres, después venimos a casa. Si todo se hace como yo quiero… seguimos. Si vos no queres… pues se termina todo. Dije.
-Julio, por favor, no me dejes…
-Ya te dije. Vos ahora tenes la decisión.
Cenamos y aunque ella quiso que hagamos el amor, no lo hicimos.
Al día siguiente estaba trabajando cuando me llego un mensaje de Mariana. “Salimos a cenar los tres. Y todo como vos digas. Te amo”. Aproveche el almuerzo para hacer unas compras. Y como llegue antes a casa, conecte la cámara de video que había instalado en nuestro cuarto, al smart, para ver todo lo que ...
... la cámara tomaba.
Yo para salir a cenar me vestí de un elegante sport. Mariana, con una mini y una blusa escotada, que permitía ver las redondeces de sus pechos. Pasamos a buscar a Gina, y estaba vestida para el infarto, una mini realmente mini, una camisa casi transparente que permitía ver el corpiño de encaje negro que tenía. Las dos estaban hermosas.
Cuando llegamos al restaurant, hice que Gina se siente junto a mí y Mariana frente a mí. Ni bien nos sentamos, le dije al oído a Gina:
-Quiero hacerle mierda la cabeza, si te digo algo al oído, reíte, como si te estuviera diciendo guarradas. Si estas de acuerdo asentí con la cabeza.
No solo asintió con la cabeza. También me dijo al oído.
-Sos un hijo de puta, te sigo.
Varias veces, le dije algo o hice que le decía algo al oído y Gina se reía y la miraba a Mariana, que se moría por saber que le decía. Incluso, en varias oportunidades acaricie la pierna de Gina por debajo de la mesa y ella se lo hizo notar a Mariana, incluso cuando fui más arriba y le acaricie la concha.
-Tu marido es un desgraciado, me está acariciando la pierna y uff, ahora ahí mismo.
-Julio, por favor, estamos en un restaurant, por favor compórtate. Dijo Mariana casi en un ataque de celos.
-Muy buenas piernas, y te aseguro que ya está mojada su tanga. Dije mirándola a los ojos.
Cuando terminamos de cenar, estoy seguro que Mariana estaba a full con su excitación. Llegamos a casa, y le pedí que me sirva un whisky.
-Nunca vi dos ...