MaryCarmen y la masturbación
Fecha: 28/04/2024,
Categorías:
Masturbación
Autor: MarydelCarmen, Fuente: CuentoRelatos
... manera rápida me fui desnudando, temblando me mire al espejo completamente desnuda y sonreí, recordé lo que me excitaba cuando Saul me tocaba y comencé llevando mis manos a mis tetas, aun frente al espejo, el contacto de mis dedos frotando mis pezones me hizo temblar aún más, pellizcaba esos botoncitos rozados y me regocijaba con la sensación, lleve un par de mis dedos a mi boca y los chupe para mojarlos de saliva y después llevarlos nuevamente a mis pezones, la sensación fue aun mejor. Sin embargo aún faltaba más.
Entonces pase mi mano derecha sobre mi sexo, aun no estaba húmedo como cuando Saul me tocaba y no sabía el porqué, decidí recostarme en la cama doble las rodillas y abri las piernas y comencé a pasar mis dedos sobre mis labios vaginales y trate de hundirlos un poco, de manera gradual empecé a sentir excitación y poco a poco comencé a mojarme como ya sabía, cuando mis dedos se fueron humedeciendo comencé a hacer movimientos más largos y más rápidos. Y entonces, en uno de esos movimientos, llegue a rozar mi clítoris, la electricidad que recorrió mi cuerpo en ocasiones anteriores, apareció nuevamente, y entonces aparecieron los gemidos qué tanto extrañaba, lo que evidentemente significaba que el placer estaba en el aire, repetí mis movimientos, tratando de identificar qué era lo que había provocado que mi respiración se agitara, mis dedos intentaban encontrar pequeño botoncito, y cuando lo volvieron a encontrar, nuevamente la electricidad apareció, ¡era justo ese ...
... punto! Mis dedos se movieron alrededor de él, en cada movimiento, en cada roce, en cada toque, me sentía más excitada, y mis dedos volaban cada vez con más velocidad, y con más fuerza, hasta que de mi salió un grito ahogado por mi mano izquierda, Dios!! ¿cuánto tiempo tenía que no sentía eso? No necesitaba de un hombre para poder disfrutarlo.
Poco a poco fui recuperando el aliento, me sentía realmente bien y mis miedos, temores y remordimientos, desaparecieron en su totalidad esa tarde, entendí que había muchas formas de disfrutar el sexo, y decidí que las tendría que descubrir tarde o temprano, no había motivo por el cual detenerme, y definitivamente empezaba el día de hoy.
Con esto en mente, coloque nuevamente mi mano en mi sexo, mientras con la otra continuaba pellizcando mis pezones, esta vez nuevamente pase mi mano por el clítoris pero lo notaba demasiado sensible tras el último orgasmo, por lo que el contacto no era tan placentero como en la ocasión anterior, así que decidí introducir un dedo dentro de mí, la humedad en el interior era mucho mas abundante de lo que lo era en el exterior, mi dedo se deslizaba con una facilidad tremenda, y aunque lo disfrutaba algo no terminaba por cerrar, definitivamente, un dedo no sustituía a un miembro viril, así que introduje el segundo dedo, mientras este entraba, con la misma facilidad que lo hizo el primero, la sensación se fua haciendo mas placentera, me abandone al placer que provocaban mis dedos al entrar y salir de mi ...