Cumpliendo la fantasía de B
Fecha: 20/10/2018,
Categorías:
Gays
Autor: pablodf1977, Fuente: CuentoRelatos
Hola de nuevo, amigos, les relataré mi última experiencia con una mujer que deseaba experimentar su lado sumiso, ella tiene 38 años, de 1.65 m e estatura, morena, un poco llenita, pero con figura, lo que le proporciona un buen trasero para azotar. Ella me contactó por correo y platicamos por algunas semanas, ahí me comentó que le interesaba ser sumisa y ser humillada, ya que, en su trabajo, todos la respetan y la adulaban por ser la jefa, así como en su casa, pues su esposo hace todo lo que le pide. Por eso, quería probar todo lo contrario y después de charlar por correo y de decirle las cosas que tenía en mente para ella, nos citamos en una plaza de la ciudad.
Yo ya estaba esperándola en el lugar indicado cuando la vi llegar, llevaba una falda hasta las rodillas, de color azul y un poco entallada, un saco del mismo color y una blusa blanca, enseguida se sentó conmigo un momento mientras le preguntaba si estaba segura de querer experimentarlo, me contestó que estaba nerviosa pero que sí deseaba descubrir que se sentiría al ser tratada de esa forma. En ese instante, me acerqué, le coloqué mi mano en su pierna y me acerqué a su oído para decirle “ahora, puta, ve y paga lo que me acabo de beber mientras te espero aquí, no olvides ir moviendo ese culo de perra que tienes”.
Levantándose en el acto, me contestó “sí, señor”, dirigiéndose a pagar y moviéndose tal como le había ordenado y cuando estaba regresando, agarré mis cosas, me levanté y cuando estuvo delante de mí, le ...
... tomé de la mano y empecé a llevarla para las escaleras, diciéndole “bien, perra, vamos a tu carro y de ahí, iremos a que te use como se me antoje pero mientras llegamos, será tu última oportunidad de recapacitar, por si deseas parar todo”. Ella no contestó mientras íbamos caminando, un poco adelante de mí, mostrándome en donde se había estacionado y al llegar, nos subimos de inmediato y entrando, la agarré del cabello, dándole un tirón y diciéndole “bien, perra, ya lo has decidido y antes de arrancar, quítate la tanga y el bra, yo te diré por dónde ir”.
Inmediatamente, ella se quitó lo que le ordené y arrancó mientras le iba indicando por donde ir y en unos pocos minutos, llegamos a un motel cercano y entramos donde nos indicaron, pero en cuanto se estacionó, le tomé la blusa, desabotonándosela y le dije “bien, perra, ahora sal, paga la habitación y cuando cierren las cortinas, quédate parada justo frente a ellas”. En ese instante, se me quedó mirando mientras se sonrojaba pero después de unos segundos, se salió del carro tal como estaba y se dirigió a pagar; naturalmente, el encargado se quedó sorprendido de la forma en que bajó y sacando dinero de su cartera, le pagó la habitación, luego cerró las cortinas y ella se quedó de pie, frente a estas, tal como le había indicado.
A continuación, tomé el collar y la correa de perra de mis cosas, luego me bajé del carro y me le acerqué, tomándola por la cintura con una mano mientras le levantaba su vestido con la otra mientras ...