-
Crónicas de un fotógrafo frustrado (I)
Fecha: 05/05/2024, Categorías: Incesto Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos
... fotos ocultas seguía siendo Carmen, pero lo que dejó boquiabierto a Joaquín fue que muchas en muchas de esas fotos, su tía posaba con lencería extremadamente sexy, e incluso completamente desnuda en algunas. El joven no podía creer lo que había descubierto. La forma en la que estaban guardadas esas fotos demostraba que nunca habían sido publicadas en ninguna revista o cartel publicitario. Ese sobre de papel madera contenía una faceta oculta y atrevida de su tía Carmen y su difunto esposo. Joaquín comenzó a pasar una por una las fotos del sobre y con cada nueva imagen, la excitación y la dureza en su entrepierna iba en aumento. Carmen posaba con lencería de encaje de todos colores, medias de red y en algunas hasta se la podía ver con looks mucho más ligados a las típicas fantasías sexuales; corsets que apretaban fuertemente su cintura y marcaban fuertemente el tamaño de sus tetas y su bellísimo culo; botas altas de cuero, prendas de brilloso látex. Llegando a la mitad de la pila de fotos, Carmen posaba arrodillada en lo que parecía ser una cama redonda de motel, con un pequeño hilo como tanga y diminutas pezoneras como única prenda en su torso. En las ultimas diez fotos Joaquín pudo ver a su tía completamente desnuda posando como una actriz porno mientras su cuerpo brillaba por el aceite que recubría sus turgentes tetas y su perfecto culo. Lo único que llevaba esa joven modelo caliente de las fotos era el colgante de oro que adornaba ese día el cuello y el pecho de su ...
... tía. Joaquín reposaba en el sillón mientras con su mano derecha pasaba una a una las fotos y con su mano izquierda masajeaba por encima del pantalón la dureza que crecía rápidamente en su entrepierna. Quizá fue por el vino o por la excitación de ver a su tía Carmen en una faceta tan inimaginable para él, pero el joven perdió la noción de donde estaba y con quien estaba hasta que una voz detrás suyo le dio un susto tremendo. -Pensé que había perdido esas fotos Joaco – dijo Carmen con voz llamativamente calmada mientras sostenía una copa casi llena de vino parada detrás del sillón que ocupaba su sobrino. -Pe… perdón tía! Vi un sobre en la caja y pensé que eran apuntes – contesto Joaquín tratando de guardar torpemente las fotos dentro del sobre de papel madera mientras sus latidos subían rápidamente el ritmo. Carmen rodeó el sillón con una sonrisa desconcertante en su rostro y regando el aroma de su dulce perfume por toda la sala. Había aprovechado su ausencia para volver a ponerse su fragancia. Ella se sentó tranquilamente junto a Joaquín y apoyó en la mesa ratona una segunda copa vacía y la llenó casi hasta el borde con la última botella de vino recién abierta. Tomó la pila de fotos de las manos temblorosas de su sobrino y empezó a pasarlas una por una, mientras que, con la mano libre, jugaba con su collar y se tocaba el pecho con una sonrisa de nostalgia en su rostro. Joaquín no sabía que pensar; quizá su tía estuviese borracha, pero lo cierto era que a su tía parecía ...