Sometida por mi voyeur (II)
Fecha: 10/05/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Miss Erotic, Fuente: CuentoRelatos
... como aceleras el movimiento. Te enloquece mi erotismo.
Me acerco hacia ti, me sostengo de tus hombros y soltando un suspiro, restriego mis tetas contra tu cara. – Vamos, ¿qué esperas? Córrete mientras chupas mis aureolas…
-¡Maldita perra!
En un movimiento, como un hambriento depredador al asecho me empujas contra la pared y elevas mi mentón. Mi piel se eriza al sentir tu aliento. Mi corazón vuelve a latir locamente y la excitación contenida empieza a mojar mi tanguita.
-¿Te gusta excitarme verdad? Me has dejado la verga endurecida toda la semana, ¿te gusta ver como chorrea por ti? ¿Cómo me excito por ti? – Muerdo mi carmesí labio al sentir como tu resbaloso y palpitante pene se restriega por mi pierna.
Tomas mi rostro y chocas tu boca con la mía, no me besas, me devoras y eso me encanta. Tu lengua compite contra la mía, tus dientes muerden mis labios de forma deliciosa y el calor que dejan tus manos en mis caderas me excitan. Nos separamos por falta de oxígeno, pero tú quieres más – pude verlo esa noche, me deseas, ¿no es así? – ronroneas en mi oído, hechizándome. - ¿Quieres que te haga mi puta? ¿quieres tener asiento y sin demora me empujas contra la otra pared, quedando frente al espejo de cuerpo completo, donde aprecio mi figura acalorada y tu cuerpo ya libre de toda tela, a excepción de tu corbata que cuelga de tus manos.
Sujetas firmemente mis manos contra mi espalda, las amarras y susurras en mi oído – ¿estás muy mojada no? – suelto un jadeo al ...
... sentir tus manos dentro de mi tanguita – ¿te excita el hecho de que te folle tu propia sangre no? – tus dedos se adentran en mi vagina, pero lo que más anhelo es tu miembro. ¡Por favor, no alargues más esta tortura y calma mi fuego con tu semilla!
-No necesitas que te excite más…
Por el reflejo del cristal veo como me quitas la ropa, tomas mi calzón mojado y me obligas a morderlo, saboreo mi propio fluido. – El cuarto de la abuela está justo al lado, no queremos correr el riesgo de que escuche tus gemidos.
Y sin presentar oposición, metes de lleno tu pene en mi vagina. – ¡Mhmm! – la tanga en mi boca amortigua bien mis gemidos. Tus estocadas son rápidas, no tienes clemencia con mi interior. ¡Me vuelves loca!
Mis duros pezones son presionados con la fría superficie que apenas siento, tu cálida respiración se ahoga en la cuenca de mi cuello donde vas dejando tus besos, sujetas tan firme mi cintura que para mañana seguirá roja.
-¿Esto querías no? ¿Querías sentir mi semen en ti? ¡Pues no voy a parar hasta arrojarlo dentro!
Estoy siento sometida… sometida por mi voyeur, sometida por mi familia. ¡Y mierda me encanta! Ya siento las contracciones, mi orgasmo está tan próximo y el bombeo que me das me vulnera de tal forma que presiento voy a desmayarme.
Tú también estás a punto de eyacular, das tus últimas estocadas arrojando tu líquido en mí. Suspiras cansado y sacas tu miembro.
Suelto mi tanga y con gotas de tu semen recorriendo mis piernas te digo. – Gracias por ...