Cogiendo con el nuevo marido de mi tía
Fecha: 12/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... agua, y luego él a pedir que saquen su moto de agua.
- Te tiene loca. Dijo mi tía sin mirarme.
- Muy… dijo no, estaba pensando…
- Marina, es un hijo de puta. Me conto todo, tranquila.
- ¿Te contó? Pregunté yo.
- Tenemos un pacto: Cuando se nos cruza alguien y lo queremos voltear, lo hablamos. Y luego vemos que hacemos. Por eso me lo dijo.
- Wow, no me esperaba eso… Y vos ¿Ya le planteaste algo así?
- Sí, también anoche. Dijo ella.
- ¿Qué te dijo?
- Se rio mucho el desgraciado, y me dijo que no tiene problemas. Ojo que tu madre se muere si se entera, viste como es ella.
- Ni me lo digas. Dije y mi tío se acercaba cuando le iba a preguntar que le había dicho de mí, y que opinaba ella.
- Marina, ¿Sabes andar en moto de agua?
- Ni, una sola vez y en una laguna.
- Vamos, te llevo a dar una vuelta. Me dijo y tomándome de la mano, me llevo a muelle. Me hizo colocar un chaleco salvavidas, subió y yo atrás, tomada de su cintura.
Salimos a mar abierto e íbamos a todo lo que da saltando sobre las olas. Yo a los gritos, rebotando con mi culo en el asiento. Se detuvo y pude respirar. Busque la costa y apenas se veía.
- Ahora te toca a vos, pasa adelante.
El haciendo equilibrio me hizo pasar a delante, me coloco la correa de seguridad y me dijo.
- Marina, no vayas sentada porque te destroza, andá apoyada en tus piernas, usándolas de resorte. Y por nada sueltes el manillar.
Le hice caso y fui acelerando. Él me tomaba de la cintura, ...
... marcándome como subir y bajar. Durante varios minutos fui tomándole la mano, no era difícil. De pronto sentí que corría mi tanga y dos dedos entraban en mi concha.
- Acordate, las piernas son tu suspensión. Ahora, acelera pendeja.
Como una boluda caliente, acelere y por el movimiento de mi cuerpo me enterraba y sacaba los dedos yo sola. Manejaba una moto de agua y me pajeaba al mismo tiempo. Así estuve hasta que tuve un orgasmo, montando una moto de agua en el medio del mar.
- Bien Marina, muy bien. Dijo sonriendo cuando me hizo detener.
- Sos un hijo de puta. Me hiciste pajear con tus dedos.
- Ahora, la segunda parte. Prueba de fuego para tus piernas. Dale, arranca.
Arranque y ahora uno de sus dedos estaba justo en mi orto, si bajaba me lo enterraba. No quería darle el gusto de acelerar. El desgraciado se pegó a mí, me desprendió un poco el chaleco y me apretaba las tetas mientras me besaba el cuello.
- Acelera y goza pendeja calentona. Me dijo y me mordió el cuello.
Aceleré y apenas un centímetro de su dedo entro en mi culo. Seguí acelerando mis piernas empezaron a sentir el cansancio. En resumidas cuentas, su dedo termino totalmente dentro de mi orto. Y yo feliz de la vida.
No daba más. Paré y le pedí que siga él manejando la moto.
- Bueno, pero hagamos una cosa, cuidado, date vuelta, pone las piernas sobre las mías y vamos charlando cara a cara.
- Hijo de puta, se tu intención. Dije.
- Me di vuelta, y él se acercó al manillar sentándose en ...