1. Curso de gerencia avanzada


    Fecha: 12/05/2024, Categorías: Bisexuales Autor: santy3000, Fuente: CuentoRelatos

    En oportunidad de mejorar la agestión de proyectos sociales, fui destinado a viajar a Buenos Aires, para realizar un curso de Avanzado de Gestión de Riesgo. Estaría 10 meses fuera de Venezuela en una de las mejores universidades de Argentina, la Universidad de Buenos Aires.
    
    Los cursos eran de media mañana a cerca del atardecer. En mi primera semana aprendí que el apartamento destinado para mi alojamiento pertenecía a una profesora venezolana en Argentina que se encontraba en Paris haciendo un doctorado, pero claro; estaba alquilado por el gobierno venezolano. La distancia de allí a la universidad son 15 manzanas, como el sector posee mucho movimiento, era entretenido caminar de ida y vuelta.
    
    El jueves de la primera semana, salí de clases y comencé la caminada a mi destino, cuando un Renault rojo, se detuvo al lado de la vía y el conductor me dijo,
    
    -Hola Santiago. –le miré y era el facilitador de administración de riesgo.
    
    -Hola -le respondí, y él me dijo
    
    -Ven, te daré un aventón –subí y le di las gracias.
    
    Conversamos sobre la U, Juan Pablo era un joven facilitador de 40 años, alto y delgado.
    
    Le conté sobre mi ubicación y en la soledad que vivía. Él me preguntó:
    
    -Crees que mañana después de curso, podamos subir y compartir un rato?, si es si; yo me encargo de traer lo necesario para pasarla bien, ¿de acuerdo?
    
    -De acuerdo, contesté.-descendí y subí al apartamento.
    
    A la tarde siguiente, no vi a Juan Pablo y decidí seguir mi camino.
    
    A media ...
    ... manzana caminando, escuché el claxon, rrrrrr. Miré y era Juan Pablo.
    
    -Venite Santiago. -entre al auto y él me explicó.
    
    -Perdoná la demora, tuve que buscar las cosas para el compartir y la diversión.
    
    -Descuida Juan. Vamos y sorpréndeme.
    
    Al llegar y salir del coche, Juan Pablo me dio unas cajas de cerveza, unas bolsas de papas y el llevaba dos botellas de vino y un maletín negro, como de médico, esos que parece bolsos de mujer pero con una base muy amplia.
    
    Puse el tocadiscos, servimos tragos, conversamos, reímos, contamos de nuestra vida, nuestro origen. La verdad que la mezcla de cervezas y vinos, me mareé prontamente, cuando Juan Pablo preguntó:
    
    -Quiero proponerte un juego, ¿aceptas?
    
    -Claro, ¿cómo es?
    
    -Verás, te debo poner esto en las muñecas –unió mis manos y me puso unas esposas cubiertas de terciopelo. Luego me puso unos antifaces cubiertos de la misma tela– ven acompáñame.
    
    Fui a ciegas, de pronto escuché y sentí como mis manos o las esposas que llevaba se unían a otro objeto metálico. Y ZAZ!!! Juan me empujó y caí sobre la cama, estaba sorprendido y no sabía que decir cuando, intente levantarme, pero mis manos estaban firmemente atadas y Juan Pablo dijo:
    
    -Debes tener calma, te aseguro que será placentero… -allí estaba yo, ebrio y sometido, Juan Pablo me dijo-
    
    -Debo quitarte el pantalón, quieras o no, te repito que te va a agradar. –seguido, levanto mi cintura, aflojó el cinturón y fui despojado de zapatos, pantalón y mi bóxer interior. Una ...
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