1. Curso de gerencia avanzada


    Fecha: 12/05/2024, Categorías: Bisexuales Autor: santy3000, Fuente: CuentoRelatos

    ... pierna, tomada por el tobillo fue separada y noté que era asegurada a un extremo de la cama, al copete inferior. Luego la otra. Sin duda, Juan Pablo quería violarme, yo lo sabía y no podía oponerme, estaba aletargado, sentía la rabia de la situación, pero no podía expresarlo en ira, para defender mi integridad. Ahora me atemorizaba como haría Juan Pablo para evitar mi venganza, en algún momento yo dejaría de estar drogado, a menos que mi vida corriera peligro para silenciarme.
    
    Juan Pablo me hizo oler un perfume muy dulce, lo siguiente que sentí fueron sus manos subiendo por mis piernas, el subió a la cama y se encontraba frente a mis nalgas, sus manos llegaron a mis nalgas y comenzaron a acariciarme, se había colocado una crema en la manos, porque se sentía la diferencia de temperatura.
    
    Su masaje en mis nalgas fue seguido por la apertura de las mismas, y su aliento tibio, hundió su nariz y aspiro profundo, dijo:
    
    -Que rico Santiago, un culo de un maduro, virgen, sólo para mi, te haré desear más. -no dije nada… su lengua comenzó a lamerme y no podía negarlo, se sentía bien, rico.
    
    Tras una pausa, sentí que entre mis nalgas descendía a mi culo una crema, espesa, fría y coño!!! Comenzó a lamer de nuevo, se estaba comiendo mi culo con una crema, no sabía que era, pero sus suspiros y lamidas me aseguraban que él lo disfrutaba.
    
    Así me mantuvo, gozando con su lengua dentro de mi. Otra pausa y algo duro y delgado comenzaba a presionar mi hoyo. No fue difícil su ...
    ... entrada, me ardió, tras unos minutos, ese entrar y salir, me gustaba y comencé a gemir.
    
    -¿Te gusta Santiago? – no respondí.
    
    Una nueva pausa y ahora algo más grueso se abría paso dentro de mí, nojoda, me dolió, tan pronto entró, Juan dejó de empujar y lo mantuvo dentro, inmóvil. Luego lentamente, lo extrajo suave y antes de sacarlo lo volvió a empujar, suave, lento. Así me mantuvo en esa tortura y agonía, pero para nada era incómodo. Al fin lo retiró.
    
    Nuevamente me colocó crema y volvió a lamer y comer esa crema con mi culo.
    
    Pasó un momento y la cama chirrió por el movimiento de su cuerpo, sentí sus piernas tocando las mías. Y como su verga, su punta dura, subía y bajaba entre mis nalgas, Juan Pablo quería entrar en mi.
    
    Se tomó su tiempo, detuvo su vaivén y su glande presionó para abrirse paso dentro de mí. Apenas comenzó su entrada, el dolor era rudo, Juan no empujaba como loco, parecía un cirujano, con calma.
    
    Ya adentro, si, comenzó a entrar y salir, lentamente primero, aumentó la velocidad, hasta que era una carrera dura, profunda, ardiente. Cada empujón era más duro y más profundo, más rápido.
    
    Su clímax fue abundante, tibio y profundo. Sus manos apretaban mi cintura, de pronto se derrumbó sobre mi espalda, su piel desnuda sobre la mía se sentía especial, sentí que no era velludo, musculoso, si.
    
    No sé cuando ni como, me dormí.
    
    Al despertar, Juan Pablo no estaba, yo solo con mi camisa, desnudo y el culo, húmedo, acerqué mi mano y toqué mis nalgas, hurgué ...