1. Mi suegra, un amigo, Yesica y yo cogiendo en Tepoztlán


    Fecha: 15/05/2024, Categorías: Incesto Autor: RRuser, Fuente: CuentoRelatos

    ... oral pues ya sabía dónde succionar para hacer que mi novia llegara al orgasmo. Pasó un rato antes que Yesica se viniera entre los labios de mi suegra y poco a poco se recuperaba.
    
    Ellas se besaron en la boca, yo viendo a mi suegra en cuatro, comiéndose a besos a mi novia, comencé a desnudarla, ella no reparó en despojarse la ropa, echada a cuatro patas como perrita, penetré su panocha tan húmeda y cálida, apretaba muy rico. Hacerlo en un lugar así, nos tenía muy calientes. No me cansaba de penetrar su rica panocha, mientras Yesica me animaba a seguir dándole así de a perrito, nos decía que nos veíamos hermosos cogiendo. Mi suegra gemía fuerte mientras buscaba los labios de su hija, besándose apasionadamente. Melinda se cansó de estar de rodillas así que me pidió que me sentara, me inclinó un poco hacia atrás y se montó en mi verga, se movía delicioso adelante y atrás, arriba y abajo. Yo me deleitaba viendo su hermosas tetas grandes moviéndose sobre mí, ella sudando a chorros y sus hermosos ojos clavados en los míos, con tanto morbo y deseo, no tardamos en venirnos juntos, yo como siempre sintiendo su panocha succionar mi verga, pues tenía un movimiento interior único que me deslechaba delicioso.
    
    Melinda se dejó caer sobre mí, mientras nos recuperábamos. No nos dimos cuenta que Mario ya tenía rato ahí parado, dándonos espacio por lo que estábamos haciendo.
    
    -¡Que bárbaros! Me hubieran dicho que habían olvidado a propósito las refrescos, no que ahí vengo corriendo para ...
    ... que no se deshidraten. Pero valió la pena por lo que acabo de ver. - Nos dijo nervioso y agitado nuestro amigo.
    
    Yesica, Melinda y yo tratamos de cubrirnos, pero Mario ya nos había visto todo. Se acercó a nosotros y nos pasó una botella con agua a cada uno, mientras se deleitaba viendo el cuerpo de mi novia y mi suegra.
    
    Yesica me veía sonriente, pícara, ya me imaginaba lo que pasaba por su cabeza. Se hincó desnuda frente a Mario y llevó sus manos a desabrochar su pantalón y con su mano sacó una verga gruesa, no tan larga, morena y muy peluda. Se la empezó a jalar, lo masturbaba rico, Mario levantó su cara al cielo y mantenía cerrados sus ojos, disfrutando. Yo me estiré a mi mochila, saqué una tira de condones y se los pasé a mi novia, ella tomó uno y con cuidado se lo colocó a Mario, él no se la creía cuando Yesica se inclinaba a mamarle la verga y tan emocionado estaba que duró pocos minutos, llenando el condón de leche, retorciéndose de gusto, mientras Melinda y Yesica se reían.
    
    Ver a mi novia mamando verga me la había puesto dura a mí. Teniendo a mi suegra sobre mí, sólo nos giré un poco de modo que ella quedó abajo y le metí mi tronco, levantando sus hermosas piernas y poniéndolas a la altura de mis orejas. Me encantaba verla moverse y disfrutarme, le metía la verga con muchas ganas, pues ella me excitaba mucho, además de la súplica que me hacía para que le metiera más la verga, la pedía con mucho deseo.
    
    Mientras Melinda y yo estábamos así, Yesica estaba montada ...