Trío con el animador en la cabaña del Caribe (parte 4)
Fecha: 16/05/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos
... apretando sus pechos y llevando las manos de Coqui con ella. Tuvo otro tremendo orgasmo múltiple que parecía no terminar nunca, hasta que se dejó caer sobre su pecho y nos besó a los dos, haciendo un trío de magreo increíble. Yo había notado que Coqui no se había corrido así que la desplacé un poco para poder chupar la pija morena empapada con los jugos de mi mujer, extasiado, lamiendo hasta los huevos depilados y húmedos, mientras ellos se besaban y gemían de placer.
Seguí lamiendo hacia abajo y llegué a meterle los dedos en el ano, que ya estaba lubricado. Me dieron ganas de cogerlo de nuevo, pero también de tomar la misma posición de mi mujer, así que probé a sentarme sobre la poronga del masajista lentamente, hasta que también me la metí toda adentro y empecé a moverme suavemente. No tenía la maestría de Luli pero me daba mucho gusto, hasta que Coqui alzó sus caderas para empalarme mejor y mi mujer le dijo algo al oído.
Me pidieron que saliera y me pusiera boca arriba en la cama, casi a los pies, Coqui se arrodilló frente a mí, levantó mis piernas hasta sus hombros y me la puso de un saque, provocándome oleadas de placer con sus embestidas. Mi mujer no vaciló en montarse de espaldas a mi cara, aprovechando mi erección, y de frente a Coqui. O sea que usaba mi pija para abrazarse y besarse con el masajista mientras él me empalaba. No me corrí en el acto porque creo que se me había terminado la capacidad de hacerlo, pero me volvía loco la escena.
Coqui me cogía en ...
... un vaivén estremecedor, le daba tremendos besos y la tomaba de sus glúteos para ayudarla a cabalgarme. Ella se abrazaba a su espalda para empujarlo contra mí mientras se prendía a su boca como una lapa y se meneaba sobre mi pija como enloquecida. Luego de varios minutos me empezó el cosquilleo previo a la eyaculación y dije que me iba a correr. Luli incentivó su meneo y su magreo con Coqui, hasta lograr que yo acabara, estremecido y temblando, intensamente, pero con poca leche.
Ella logró su deseo, como noté enseguida. Se salió de mí y se me puso en cuatro de frente, mientras ofrecía su culo al masajista que no paraba de cogerme. Mi mujer empezó a moverse sobre mi poronga morcillona y empapada por nuestros fluidos, que bajaban a lubricar mi ano relleno con la pija morena.
De pronto, mi mujer le dijo a Coqui que lo estaba esperando y el masajista no se hizo desear. Mojó sus dedos en nuestros jugos y le metió dos en el culito a mi mujer, que dio un respingo, pero enseguida gimió y empezó a empujar hacia atrás. La masajeó bastante hasta meterle un tercer dedo, sin dejar de cogerme, y yo intentaba besar los pechos bamboleantes de Luli.
Ella sólo tenía concentración en su culo ya dilatado y lubricado por los dedos de Coqui y no paraba de empujar hacia atrás. El masajista salió de mi culo, se puso de pie y la fue enculando de a poco, mientras mi mujer berreaba de gusto hasta que llegó al fondo y ella le pedía más y más. La tomó de la cintura y empezó el mete y saca que tan ...